El secreto de la modelo extraviada, Eduardo Mendoza, p. 267
-Es un buen chaval. Como jefe, me
respeta; como persona, me estima; como ideólogo, me admira; pero como travestí,
me zurra. Cada cosa en su sitio. No le falta razón, no creas. A mí no me hace
gracia, pero estoy totalmente de acuerdo con el principio y muchas veces me he
pronunciado a favor del exterminio de los entes antisociales. En el nuevo
Estado no hay lugar para tipos como yo. Ni como tú, dicho sea sin ánimo de
ofender. Somos parásitos, gérmenes sociales, desechos humanos, residuos tóxicos
de una época arcaica. En apariencia, inofensivos; en la práctica, peligrosos;
no a largo sino a medio plazo, y si no, a corto, da lo mismo. El enemigo fuerte
ataca de frente y combatirlo es fácil; el débil, en cambio, es tortuoso, se
vale de argucias y contra él no hay defensa.
Como hablaba y corría al mismo
tiempo, hubo de parar y apoyarse en un muro para recuperar el aliento. Le di
unos golpecitos en la espalda.
-¿Estás bien? -le pregunté cuando
se hubo serenado-. De la cabeza, quiero decir.
-Ya sé lo que piensas -dijo-. Y
eso mismo prueba lo acertado de mi aseveración. En el mundo de la lógica, negar
es afirmar. Pero la lógica está en desuso. El pensamiento está en desuso. Todo
está en desuso. Sin que nos demos cuenta, bajo la apariencia de libertad de
expresión, nos han borrado de la cabeza las pocas ideas sólidas que tuvimos en
un tiempo. Ahora todo es ligereza y olvido. La novia de un torero y santa
Teresa de Jesús valen lo mismo en el mercado de la frivolidad. Si hicieras una
encuesta por la calle, ¿cuánta gente se acordaría de los Principios Fundamentales
del Movimiento? ¿A dónde fue a parar la gratitud debida a aquel gran hombre?
Mientras él vivió, toda la noche estaba encendida la lucecita de su despacho en
la ventana de El Pardo. Entonces España dormía tranquila, sabiéndose vigilada y
protegida. Y luego, cuando empezaban las rebajas en El Corte Inglés, el Caudillo
siempre era el primero en cruzar la puerta, ilusionado ... ¿A dónde han ido a
parar los ideales?
No hay comentarios:
Publicar un comentario