Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

FERLOSIANA

De El escudo de Jotán, rafael Sánchez Ferlosio, p. 53-54
Demasiado conocedor de los humores y las señales del Imperio, de las quietudes y las agitaciones de los pueblos de la Ruta de la Seda, de los aterradores torbellinos de polvo, de ventisca o de soldados del Kansú era el caravanero que traía tan alarmantes nuevas como para arriesgarse a no hacer caso a sus palabras cuando daba por seguro que aquella vez los alardes y los preparativos del emperador con sus ejércitos iban de verdad. Por la experiencia de los tiempos se sabía que los emperadores respetaban a los pueblos y ciudades que tenían reyes o kanes o gobiernos completos capaces de rendirles cumplido vasallaje, que no es la simple entrega de los cuerpos, sino el ofrecimiento de los nombres; pero que destruían a las despreciables gentes que se dejaban vivir únicamente según las tradiciones, sin títulos de fundación y con poca o ninguna gerencia establecida. Y la ciudad de Jotán se decía: “Es nuestra perdición, que apenas si tenemos una cámara de comercio, una administración de azotes y mutilaciones y una inspección de sanidad de caravanas”. Pero un fabricante de máscaras halló la solución: «Si no tenemos  kan, lo fingiremos; si no tenemos justicia, la simularemos; si no tenemos soldados, yo enjaezaré cien caballos con sus caballeros y disfrazaré a quinientos jóvenes como de infantería, y con tal arte que únicamente la batalla que nunca habrán de combatir podría llegar a comprobar si sus armas son de hierro o de madera y sus yelmos y broqueles de bronce o de cartón».

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia