El rey pálido, DFWallace, p.257
-¿Tediosa? ¿Exigente? ¿Prosaica?
¿Mecánica hasta el hastío? A veces. ¿A menudo tediosa? Quizá. Pero ¿valiente?
¿Valiosa? ¿Digna, dulce? ¿Romántica? ¿Caballerosa? ¿Heroica? -Sus pausas no
eran simplemente efectistas; por lo
menos no del todo-. Caballeros -dijo-.. . y con esto quiero decir, por
supuesto, adolescentes tardíos que aspiran a la hombría ... caballeros, aquí tienen
la verdad: el verdadero coraje consiste en soportar el tedio minuto a minuto y
dentro de un espacio cerrado. Esa resistencia, fijense, es la síntesis de lo
que hoy día, en este mundo que no hemos creado ni ustedes ni yo, constituye el
heroísmo. El heroísmo. -Miró a su alrededor de forma enfatica, calibrando las
reacciones de los presentes. Nadie se rió y unos cuantos de los presentes
parecieron perplejos. Me acuerdo de que a mí me estaban viniendo ganas de ir al
retrete. Bajo las luces fluorescentes del aula, el profesor no proyectaba
sombra en ninguna dirección-. Y me refiero -dijo- a un heroísmo verdadero, no
al heroísmo que puedan encontrar en las peliculas o en los cuentos infantiles.
Ahora se están acercando ustedes al final de la infancia, están listos para el
peso de la verdad, para cargar con él. La verdad es que el heroísmo de sus
relatos infantiles no era un valor verdadero. Era puro teatro. El gesto
grandioso, el momento de la elección, el peligro mortal, el enemigo exterior,
la batalla en el momento del clímax cuyo resultado lo resuelve todo ... todo
está diseñado para parecer heroico, para excitar y gratificar al público. Al
público. -Hizo un gesto que no puedo describir-. Caballeros, bienvenidos al
mundo de la realidad: aquí no hay público. No hay nadie para aplaudirlos ni
para admirarlos. No hay nadie para verlos. ¿Entienden? Esta es la verdad: el
heroísmo verdadero no recibe ninguna ovación y no entretiene a nadie. Nadie
hace cola para verlo. A nadie le interesa. Hizo otra pausa y sonrió de una
forma que no fue autoparódica para nada.
-El heroísmo verdadero son
ustedes a solas en su puesto de trabajo. El verdadero heroísmo son los minutos,
las horas, las semanas y los años enteros de ejercer la probidad y la
meticulosidad en silencio, con precisión y sensatez: sin nadie que los vea ni
les aplauda. Así es el mundo. Solamente ustedes y su trabajo, sentados a su
mesa. Ustedes y la declaración de la renta, ustedes y los datos de liquidez,
ustedes y el protocolo de inventario, ustedes y la tabla de depreciación,
ustedes y los números.
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