El rey pálido, DF Wallace, 440-441
Los estudios de la algesia humana
han establecido que las estructuras músculo- esqueléticas más sensibles a la
estimulación dolorosa son: el periostio Y las cápsulas articulares. Los
tendones, los ligamentos y los huesos subcoodrales están clasificados como
significativamente sensibles al dolor, mientras que la sensibilidad del músculo
y del hueso cortical se ha establecido
como moderada y la del cartílago articular y fibrocartílago como leve.
El dolor es una experiencia
completamente subjetiva y por consiguiente “inaccesible” en tanto que objeto de
diagnóstico. Las consideraciones relativas a los tipos de personalidad también
complican la evaluación. Como regla general, sin embargo, la conducta observada
del paciente con dolor puede ofrecer una medida de a) la intensidad del dolor y
b) la capacidad del paciente para lidiar con él.
Entre las falacias comunes sobre
el dolor se cuentan las siguientes: o La gente que tiene una enfermedad critica
o heridas graves siempre experimenta un dolor intenso. o Cuanto mayor es el
dolor, mayor es el alcance y la gravedad de los daños. o El dolor fuerte y
crónico es síntoma de enfermedad incurable.
De hecho, los pacientes que
tienen enfermedades críticas o heridas graves no experimentan necesariamente un
dolor intenso. La intensidad observada del dolor tampoco es directamente
proporcional al alcance ni la gravedad de los daños; la relación entre ambas
cosas también depende de si los “itinerarios del dolor” del sistema
espino-talámico anterolateral están intactos y funcionan dentro de las normas
establecidas. Además, la personalidad de
un paciente neurótico puede acentuar la sensación de dolor mientras que una
personalidad estoica o resistente puede reducir la intensidad con que esta se
percibe.
Nadie se lo preguntó nunca. Su
padre solo creía que tenía un niño excéntrico.
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