El descubrimiento del DMZ fue el resultado final de 143 investigaciones
de los años sesenta, justo cuando el doctor Allan Watts ponderaba la invitación
de T. Leary de convertirse en «Escritor de Resonancia» en la colonia utópica de
LSD-25 de Leary en Millbrok, Nueva York, en lo que ahora es suelo canadiense.
El increíblemente potente DMZ, una sustancia cuya síntesis casual hizo que el
químico de Sandoz se retirara prematuramente y se dedicara en adelante a mirar
las paredes sin pestañear, tiene una reputación química marginal y popular como
la sustancia más tremenda que jamás se haya creado en un tubo de ensayo.
Asimismo, es el compuesto recreativo más dificil de obtener en Norteamérica
después del opio puro vietnamita, del cual es mejor olvidarse.
A veces, en algunos círculos químicos metropolitanos de
Boston, la gente se refiere al DMZ como Madame Psicosis, nombre que le ha
puesto una personalidad de culto a un programa de altas horas de la madrugada
en la emisora estudiantil WYYY-109, del MIT, “Todos los Principales en la Banda
FM», que escuchan casi religiosamente Mario Incandenza y el genio de las
estadísticas y maestro de las partidas de Escatón de la AET Otis P. Lord.
No hay comentarios:
Publicar un comentario