De Campo de retamas de RSFerlosio, p.37
Sentado como en un escabel en la
parte alta del centro del cuadro y con un tamaño algo mayor que el de las
figuras que lo rodean, Cristo aparece semidesnudo, cubiertos sólo el hombro izquierdo
y el regazo, el cuerpo levemente escorado hacia la izquierda como acompañando
al rostro, que forma ya un perfil de algo más de tres cuartos hacia ese mismo
lado; del poderoso torso se levanta el brazo derecho, bien musculado, formando
un ángulo algo menos que recto con el antebrazo, que remata en la mano abierta,
con los dedos separados pero curvados en forma de concha, como formando un
espejo cóncavo que concentrase los rayos de luz, ahora rayos de ira, hacia el
mismo rincón inferior de la izquierda al que apunta la mirada: el rincón más oscuro
del cuadro, donde se retuercen los réprobos: la mano del Salvador no está
salvando, está condenando.
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