HISTORIA RADICALMENTE CONCENTRADA
DE LA ERA POSTINDUSTRIAL
Cuando fueron presentados, él
hizo un comentario ingenioso porque quería caer bien. Ella soltó una risotada
estrepitosa porque quería caer bien. Luego los dos cogieron sus coches y se fueron solos a sus casas, mirando fijamente la
carretera, con la misma mueca en la cara.
Al hombre que los había
presentado no le caía demasiado bien ninguno de los dos, pero fingía que sí
porque le preocupaba mucho tener buenas relaciones con todo el mundo. Después
de todo, nunca se sabe, ¿verdad que no? ¿Verdad? ¿Verdad?
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