De La invención de la soledad de Paul Auster, p.134
« ... aquí se afirma que sólo
aquel que trabaja consigue el pan, sólo aquel que está angustiado encuentra
descanso, sólo aquel que desciende a los infiernos rescata a sus seres queridos
y sólo aquel que empuña su cuchillo halla a Isaac ... Aquel que no trabaje debe
hacer caso a los escritos sobre las vírgenes de Israel pues dará a luz al
viento, pero aquel que desee trabajar da vida a su propio padre» (Kíerkegaard).
De la casa: un documento del
distrito de St. Clair, en el estado de Alabama, que sentencia el divorcio de
mis padres. Abaje firma: Ann W. Love.
De la casa: un reloj, unos pocos
jerséis, una chaqueta, un despertador, seis .raquetas de tenis y un viejo Buick
que apenas si funciona. Un Juego de platos, una mesa de café y tres o cuatro lámparas. Una estatuilla de bar de Johnnie
Walker para Daniel. El álbum de fotografías en blanco, LOS AUSTER. ÉSTA ES
NUESTRA VIDA.
Al principio pensé que sería un
alivio aferrarme a estas cosas, que me recordarían a mi padre y me harían
pensar en él durante el resto de mi vida. Pero por lo visto los objetos no son más
que objetos. Ahora me he acostumbrado a verlos y he comenzado a pensar en ellos
como si fueran míos. Miro la hora en su reloj, uso sus jerséis, conduzco su
coche; pero todo ello no me brinda más que una falsa ilusión de intimidad, pues
ya me he apropiado de todas estas cosas. Mi padre ya no está presente en ellas,
ha vuelto a convertirse en un ser invisible. Y tarde o temprano las cosas se
romperán o dejarán de funcionar y tendremos que tirarlas a la basura. Dudo de
que eso tenga la más mínima importancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario