La Zona de Interés, Martin Amis, p. 271
Si lo que estamos haciendo es
bueno, ¿por qué huele tan lacerantemente mal? En la rampa, por la noche, ¿por
qué sentimos la necesidad ineludible de emborracharnos de forma tan desenfrenada? ¿Por qué hemos hecho que el
prado se agite y escupa? Las moscas son gordas como zarzamoras, los bichos, las
enfermedades, oh ... , scheusslich, schmierig. .. ¿por qué? ¿Por qué las ratas consiguen 5
raciones de pan por cada hogaza? ¿Por qué al parecer esto les gusta a los
lunáticos y sólo a los lunáticos? ¿Por qué aquí la concepción y la gestación no
son promesa de una nueva vida sino certeza de la muerte de la mujer y el bebé?
Ach, ¿por qué der Dreck, der Sumpf, der
Schkim? ¿Por qué la nieve se nos vuelve parda? ¿Por qué hacemos eso? Que la
nieve parezca mierda de los ángeles. ¿Por qué hacemos eso?
El Día de Duelo del Reich ... ,
en noviembre del año pasado, antes de Zhúkov, antes de Alisz, antes de la nueva
Hannah.
... Hay un cartel en la pared de
la oficina que dice: Mi lealtad es mi honor y mi honor es mi lealtad. Afánate.
Obedece. ¡LIMITATE A CREER! Y me parece
enormemente sugerente que nuestra palabra para el ideal de obediencia
-Kadavergehorsam- lleve un cadáver en su
composición {lo cual es curioso por partida doble, porque los cadáveres son las
cosas más refractarias que existen sobre la tierra). El acatamiento del
cadáver. La anuencia del cadáver. Aquí, en el campo, en los hornos crematorios,
en las fosas, ello están muertos. Pero también lo estamos nosotros, los que
obedecemos
Las preguntas que me hice el Día
de Duelo del Reich no debo volver a hacérmelas nunca.
En la iamgen, acuarela de Singer Sargent
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