A propósito de nada, Woody Allen
En algunas ocasiones, Jean, John
y yo íbamos a casa de Hugh Hefner. No con mucha frecuencia, pero sí de vez en
cuando. Era una casa abierta casi las veinticuatro horas, con cuadros de Picasso
en las paredes y llena de famosos, deportistas y mujeres sexis. El verdadero
atractivo eran las mujeres sexis y no los cuadros de Picasso, creedme. Cada vez
que yo pasaba por Chicago recibía una llamada de la Mansión Playboy para
invitarme a que me hospedara allí. Jamás lo hice, pero en ocasiones nos dejábamos
caer y socializábamos. Yo tengo una regla fundamental en la vida: jamás me
quedo como invitado en casa de nadie. Y tampoco intenté ligarme jamás a ninguna
de las compañeras de piso de Hefner. La mera idea de que alguna de esas exuberantes
maravillas de la naturaleza malgastara un cuark de su atención en una persona
como yo, cuya mejor descripción sería la de un tipo torpe a quien el simple
hecho de tener presentarse lo hacía morirse de miedo, me volvía completamente tímido.
Con los años llegué a mantener relaciones breves algunas protagonistas del
póster central desplegable, pero eso nunca tuvo lugar durante una visita a la
mansión de Hefner. Por lo general, me confundían con otra persona. Hefner me bien
y recuerdo que una noche me explicó que de niño siempre había soñado con tener
una casa en la que todo el tiempo estuviera pasando algo y en la que nadie
prestara atención al reloj Te despertabas cuando se te antojaba, desayunabas
cuando parecía bien, hacías lo que querías. A la hora que fuera. Si levantabas
a las dos de la mañana, entonces tu día empezaba en ese momento y tu calendario
se acomodaba a tus propios tiempos. A mí aquello me tenía sin cuidado, puesto
que sueños de los demás nunca significan nada para mí, pero si Hefner le hacía
feliz vivir así, y así era, entonces genial. Lo único que sé es que era un
anfitrión amable y generoso y un rico y exitoso, y si a él le gustaba
levantarse a las once de noche, desayunar y luego jugar al Monopoly con
celebridades, ¿quién era yo para objetar algo?
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