CAPÍTULO 1
Quijote, un anciano, se enamora,
se embarca en una misión y es padre
Vivía una vez, en una serie de
direcciones temporales por todos los Estados U nidos de América, un víajante de
origen indio, edad avanzada y facultades mentales menguantes que, por culpa de
su amor por la televisión más estúpida, se pasaba una parte enorme de su vida
mirándola en exceso bajo la luz amarillenta de las sórdidas habitaciones de
motel, y en consecuencia había terminado sufriendo una forma peculiar de lesión
cerebral. Devoraba programas matinales, programas diurnos, tertulias vespertinas,
culebrones, comedias de situación, películas de Lifetime, dramas hospitalarios,
series policiales, seriales de vampiros y de zombis, dramas de amas de casa de
Atlanta, Nueva Jersey, Beverly Hills y Nueva York, romances y peleas entre
princesas de fortunas hoteleras y autoproclamados sahs, así como los retozos de
toda una serie de individuos que habían saltado a la fama por afortunados
desnudos, por esos quince minutos de celebridad que obtienen ciertas personas
jóvenes con muchos seguidores en las redes sociales gracias a su adquisición por
medio de cirugía plástica de un tercer pecho o del hecho de que su figura
después de extraerse unas cuantas cosillas imita la imposible figura de la
muleca Barbie
No hay comentarios:
Publicar un comentario