-Vas y chingas a tu reputísima
madre, cabrón, ¡vete a la chingada!
Ya sé que no es una manera
adecuada de empezar, pero mi historia y la historia de mi familia están llenas
de insultos. Si de verdad voy a contar las cosas que pasaron, voy a tener que
escribir un montón de mentadas de madre. Juro que no hay otra manera de
hacerlo, porque la historia ocurrió en el lugar donde nací y en el que crecí,
en Lagos de Moreno, en los Altos de Jalisco, una región que para mayor agravio
está situada en México. Déjenme decir de una vez cuatro cosas de mi pueblo, para
quien nunca haya venido por aquí: hay más vacas que personas, más charros que
caballos, ·más curas que vacas y a la gente le gusta creer en la existencia de fantasmas, milagros, naves
espaciales, santos y similares.
-¡Pero qué cabrones!, ¡serán
hijos de la chingada!, ¡nos quieren ver la cara de pendejos!
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