De Cuentos completo de W. Faulkner, p. 22 (Alfaguara)
Te estás haciendo un hombre.
Tienes que ir aprendiendo. Has de aprender a ser fiel a los tuyos, a la sangre,
porque si no te quedarás sin sangre a la que ser fiel. ¿Tú crees que alguno de
ellos, alguno de los hombres que estaban allí esta mañana, es fiel a su sangre?
¿No te das cuenta de que lo único que querían era tener la posibilidad de
pillarme, porque ya les había ganado yo por la mano? ¿No te enteras, o qué?- más
adelante, veinte años más adelante,
habría de decirse: «De haberle dicho yo que sólo querían justicia, que sólo
querían saber la verdad, me hubiera
vuelto a abofetear». Pero no dijo nada. Ni siquiera lloró. Se quedó en donde estaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario