De Stoner de John Willaims, p.257
Desapasionada y objetivamente,
examinó el fracaso que, aparentemente, había sido su vida. Había buscado
amistad, la amistad más cercana que pudiera acercarle a la raza humana. Había
tenido dos amigos, uno de los cuales había muerto sin sentido antes de conocerle;
el otro se había alejado ahora tanto por avatares de la vida que ... Había
buscado la singularidad y la tranquila pasión conjunta del matrimonio. Había
tenido eso también, no supo qué hacer con ello y murió. Había buscado amor y
había tenido amor, y había renunciado a él, lo había dejado ·marchar en el caos
de la potencialidad. Katherine,
pensó. “Katherine”. Y había querido ser profesor, y lo fue, aunque
sabía, siempre lo supo, que durante la mayor parte de su vida había sido uno cualquiera.
Había soñado con un tipo de integridad, un tipo de pureza cabal, había hallado
compromiso y la desviación violenta de la trivialidad. Se le había concedido la
sabiduría y al cabo de largos años había encontrado ignorancia. ¿Y qué más?,
pensó. ¿Qué más?
¿Qué esperabas?, se preguntó.
Abrió los ojos. Estaba oscuro.
Entonces vio el cielo afuera, la profunda negrura azulada del espacio y el
débil brillo de la Luna a través de una nube. Debía de ser muy tarde, pensó.
Parecía que sólo había pasado un momento desde que Gordon y Edith estuvieron con
él, en la tarde luminosa. ¿O había sido hacía mucho? No sabía. Comprendía que
su mente debería debilitarse a medida que su cuerpo se consumiera, pero no estaba
preparado para tanta rapidez. La carne es fuerte, pensó, más fuerte de lo que
imaginamos. Siempre quiere continuar.
En la foto la Universidad de Missouri
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