Zombis y neandertales, Marta Sanz (Granta 7)
Me resisto a que miren desde la
cámara de mi ordenador. Me resisto a que detecten mis intereses políticos por
las páginas que he visitado a lo largo del último mes. Me resisto a que en la
pantalla de mi ordenador se abran mágicamente anuncios de librerías porque
saben -sí, sí que lo saben- que escribo. Me resisto a que me hagan la vida más
fácil complicándomela a cada paso. Con la banca electrónica, con cuentas que se
activan o desactivan mediante un selfie sonriente, con plataformas que me
permiten expresar opiniones que mejor estarían encerradas en la jaula de mi
corazón. Hay avances magníficos, pero no todo es maravilloso. Habrá que buscar
un equilibrio entre la robótica, las delicadas operaciones de cerebro y los
despidos masivos de trabajadores de la automoción. Soy una resistente o una
especie que se extingue. Me gustan las películas de Ken Loa ch. Creo que los
reaccionarios son los que comen fideos precocinados, los ciberadictos, los
solitarios hikikomori, los que han dejado de leer en papel. Soy una resistente:
yo quiero trabajar y que me paguen. Empuño mis herramientas. No quiero estar a
la sopa boba. No quiero tener tiempo para jugar al pádel ni para ser una it
girl. Tampoco quiero escribir con
punzones en tablillas de cera ni que me quiten las muelas sin anestesiarme
primero. No nos confundamos. No soy Escarlata O'Horror. Ni una neandertal.
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