La séptima función del lenguaje, L. Binte, p. 126-127
- la función referencial es la
primera función del lenguaje y la más evidente. Se utiliza el lenguaje para
hablar de algo. Las palabras utilizadas remiten a cierto contexto, a cierta
realidad, al asunto acerca del cual trata de dar alguna información.
- la función llamada emotiva o expresiva
pretende manifestar la presencia y la posición del emisor con relación a su
mensaje: interjecciones, adverbios de modo, matices de opinión, recursos
irónicos ... La manera como el emisor expresa una información referida a un
asunto exterior da ella misma informaciones sobre el emisor. Es la función del Yo.
–
-la función conativa es la función del TÚ. Va
dirigida al receptor. Se ejerce, principalmente, con el imperativo o el
vocativo, es decir, interpelando a aquel o a aquellos a quienes uno se dirige:
«¡Soldados, estoy satisfecho de vosotros!», por ejemplo. (Y, de paso, se dará
usted cuenta de que una frase no se reduce casi nunca a una sola función, sino
que combina, por lo general, varias. Cuando se dirige a sus tropas después de
Austerlitz, Napoleón casa la función emotiva -«estoy satisfecho»-con la
conativa -«¡Soldados ... / ... de vosotros!».)
- la función fática es la más
divertida, es la función que encara la comunicación como un fin en sí misma. Cuando usted dice dígame por teléfono, lo que
está diciendo es «le escucho», es decir, estoy preparado para la comunicación.
Cuando se pasa usted horas discutiendo con sus amigos en el bar, cuando habla
del tiempo que hace o del partido de fútbol del día anterior, en realidad usted
no está interesado del todo por la información en sí, sino que habla por el
hecho de hablar, sin otro objeto que mantener la conversación. Es como si
dijéramos que esta función está en el origen de la mayoría de veces que tomamos
la palabra.
- la función metalingüística
pretende verificar que el emisor y el receptor se comprenden, es decir, que
utilizan adecuadamente el mismo código. «¿Comprendes?» «¿Ves lo que te quiero
decir?» «¿Sabes?» «Déjame explicarte ... »; o bien, por la parte del receptor:
«¿Qué quieres decir?»; «¿Qué significa eso?», etcétera. Todo cuanto concierne a
la definición de una palabra o a la explicación de un desarrollo, todo cuanto
guarda relación con el proceso de
aprendizaje del lenguaje, toda frase sobre el lenguaje, todo metalenguaje,
reenvía a la función metalingüística. Un diccionario no tiene otra función que
la metalingüística.
- y finalmente, la última función
es la función poética. Aborda el lenguaje en su dimensión estética. Los juegos con
la sonoridad de las palabras, las aliteraciones, asonancias, repeticiones,
efectos de eco o de ritmo responden a esta función. Se la puede encontrar en
los poemas, evidentemente, pero también en las canciones, en los titulares de
periódico, en los discursos oratorios, en los eslóganes publicitarios o
políticos ... Por ejemplo, «CRS = SS» utiliza la función poética del lenguaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario