De En cuerpo y en lo
otro de DFWallace, p.81
LA PLENITUD VACÍA: LA AMANTE DE WITTGENSTEIN, DE DAVID MARKSON
Pero ¿qué otro filósofo ha encontrado el antídoto a la
ilusión en esa humildad particular y repetida que entraña recordar y rastrear
los usos de palabras humildes, buscando filosóficamente, por así decirlo, debajo de
nuestros pies en lugar de por encima de nuestra cabeza? ( Stanley Cavell)
En la ventana de la casa del cuadro no hay nadie, por
cierto.
Acabo de llegar a la conclusión de que lo que yo creía que era
una persona es una sombra.
Si no es una sombra, tal vez sea una cortina.
De hecho, en realidad puede que no sea nada más que un intento
de sugerir profundidad dentro de la sala.
Aunque en cierto sentido lo único que hay en la ventana es pigmento
de color siena tostado. Y un poco de amarillo ocre.
De hecho, tampoco hay ventana, en ese mismo sentido, sino únicamente
una forma.
De manera que el puñado de especulaciones que yo he podido hacer
sobre la persona de la ventana parecen perder todo su sentido, como es obvio.
A menos, por supuesto, que en adelante yo me convenza una
vez más de que hay alguien en la ventana.
No lo he explicado bien.
La amante de Wittgenstein, pp. 54-55
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