Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 1.458. DESTINO Y MEMORIA: CIEN AÑOS DE JORGE SEMPRUN


... nunca tuve el deseo de volver a Weimar-Buchenwald. Por eso le dije a Peter Merseburger que no contara conmigo para su programa de televisión. Me negué sin pensarlo siquiera, inmediatamente.

Pero aquella noche volví a soñar con Buchenwald. No fue el sueño habitual, pesadilla más bien, que tantas veces me había despertado durante los largos años de la memoria. No volví a oír, como solía, en el circuito interno de los altavoces, la voz nocturna, áspera, irritada, del Sturmführer de guardia en la torre de control. Aquella voz que, en las noches de alerta, cuando las escuadrillas de bombarderos aliados se adentraban en el corazón helado de Alemania, mandaba que se apagara el crematorio para que las altas llamas cobrizas no permitieran que los pilotos anglo-americanos se orientaran. Krematorium, ausmachenl, decía aquella voz. Entré en el sueño de Buchenwald, aquella noche, tembloroso, como siempre, angustiado, como siempre. Pero no fue el sueño habitual. No fue un sueño angustioso, finalmente. No oí la voz del suboficial de guardia, mandando que se apagara el crematorio.


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