Los últimos días de Roger Federer, Geoff Dyer, p. 168
La relación entre renunciar y
continuar existe en todas las permutaciones y excepciones concebibles. Así como
El periodista deportivo se centra en un escritor que renunció después de un
libro, Henry James, en su relato «Los años intermedios», publicado por primera
vez en 1893 y recopilado dos años después en Terminaciones, trata de un
escritor que, como sugiere el título, está acabado a mitad de su carrera.
Dencombe ha recibido una copia de su libro «más reciente», quizá el último, Los
años intermedios. Durante varios años ha sido consciente «del reflujo del
tiempo, de la reducción de oportunidades; y ahora no sentía tanto que su última
oportunidad se estaba acabando como que realmente ya no existía. Había hecho todo
lo que tenía que hacer y, sin embargo, no había hecho lo que quería». Después
de desenvolver el libro, comienza a leer y gradualmente se «apaciguó y se
tranquilizó. Todo le volvió a la memoria, pero le volvió en medio del asombro, le
volvió, sobre todo, con una belleza elevada y magnífica. Leía su propia prosa,
giraba sus propias hojas y, mientras estaba allí sentado con el sol primaveral sobre
la página, sentía una emoción peculiar e intensa. Su carrera había terminado,
sin duda, pero había terminado, después de todo, con aquello». Este sentimiento
de satisfacción y plenitud pronto da paso a algo más, «el atisbo de un posible
indulto», la sensación de que tal vez aún no está del todo acabado. Y no solo
eso. Quizá es solo ahora cuando ha llegado a la verdadera posesión de su talento.
Lo que necesita es una extensión y así, mientras pasa las últimas páginas,
suspira: «¡Ah, por tener otra oportunidad!».
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