Fin, KO Knausgard, p 438
Hitler nació en 1889, en una
ciudad escondida para el gran mundo, en todos los sentidos provinciana e
insignificante, en una familia normal y corriente que se encontraba en el
estrato más bajo de la burguesía. Ése es el único lazo que tenia con su ciudad,
pues la familia se mudó de alli cuando él tenia tres años. El que en el texto
aparezca ennoblecida por el martirologio alemán, con sangre bávara fluyendo por
sus venas, significa que nos encontramos en parte en el mundo oscuro y mágico
de los mitos, en parte en la provincia austriaca de finales del siglo XJX. La
descripción de la madre, que «tuvo siempre sus hijos invariable y cariñosa
solicitud)), es lo único que escribe . ella. No pone nada de que fuera pariente
cercana de su marido, ni que estuviera embarazada cuando se casó con él, medio
año después de que el hombre hubiera enterrado a su segunda mujer. Y tampoco que
los tres hijos que parió antes que a Adolf murieron todos, uno de ellos una
niña, a la edad de dos años, o que el niño que nació después de Adolf, Edmund,
murió a los seis. No se dice nada de cuántos hermanos tenia Hitler, cómo se
llamaban o qué relación tenia con ellos. Sólo son mencionados como «sus
hijos)). El padre es la única persona de los primeros treinta y cinco años de
vida de Hitler que se menciona con más de unas cuantas palabras, y que merece
una biografía. No se menciona en Mi lucha por su nombre, como ningún otro de
los parientes más cercanos de Hitler.
De “mi padre” Hitler dice que
provenía de una familia humilde, era hijo de un pobre y simple campesino que
escapó de su casa a los trece años decidido a ser algo más, lo más sublime que
él conocía: funcionario público, lo cual logró a la edad de cuarenta años, para
jubilarse dieciséis años después y comprarse una pequeña granja en Larnbach, en
la Alta Austria. No se dice nada de qué relación tenia con su familia, o ella
con él. Mientras que la madre tuvo siempre para sus hijos invariable y cariñosa
solicitud, el padre era cumplidor con su trabajo. Su viaje social, del lugar de
arrendatario hasta la profesión de funcionario del Estado, se describe en
términos sentimentales. Él es el «chico pobre de pueblo”, o sólo «el chico”.
También habia nacido fuera del
matrimonio, es decir, que era un bastardo, lo que en la práctica significaba
que no era nadie. Hitler no reniega de las condiciones pobres y sus humildes
orígenes, sino que lo convierte en un tema en una historia de voluntad e
independencia. Es cierto que no escribe que su padre era un bastardo. Cuando
acaba la historia diciendo que su padre en el círculo de una larga y laboriosa
vida volvió a sus orígenes, forma parte del mismo embellecimiento que ofrece de
esa ciudad alemana dorada de martirio en la que nació.
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