El fin del fin del mundo, Franzen, p. 54
Pero ¿acaso el cálculo económico
es nuestra mejor vara de medir? Cuando el rey Lear de Shakespeare abdica del
trono, suplica a sus dos hijas mayores que le respeten algún vestigio de su
antigua majestad. Las hijas replican que no les parece necesario y el viejo rey
exclama: “Ah, no sometáis la necesidad a la razón.» Condenar los pájaros al
olvido es olvidar de quién somos hijos.
Una persona que dice “Qué pena lo
de los pájaros, pero lo primero son los humanos» está haciendo, implícitamente,
una de dos afirmaciones. Tal vez quiera decir que los seres humanos no somos
mejores que cualquier otro animal; que, en cuanto seres fundamentalmente
egocéntricos y motivados por genes egoístas, haremos siempre lo que sea
necesario para replicar nuestros genes y maximizar nuestro placer, y que se
fastidie el mundo no humano. Ésta es la visión de los realistas cínicos, para quienes
la preocupación por otras especies es tan sólo una molesta forma de
sentimentalismo. No puede refutarse y está siempre disponible para aquel a
quien no le importe admitir que es un egoísta irredento. Sin embargo, las
palabras “lo primero son los humanos” también podrían significar lo contrario:
que nuestra especie tiene el derecho exclusivo de monopolizar los recursos del
planeta porque no somos como los demás animales, porque mantenemos conciencia y
libre albedrío, capacidad para recordar el pasado y planificar el futuro. Esta
visión opuesta se encuentra tanto entre personas creyentes como entre humanistas
seculares, y al igual que sucede con la anterior, resulta imposible demostrar
su falsedad o su certeza. De todos modos, plantea la siguiente cuestión: si
nuestro valor es incomparablemente superior al de los demás animales, ¿acaso
nuestra capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo, y de sacrificar
conscientemente una pequeña parte de nuestra conveniencia a cambio de un bien
mayor, no debería hacernos más sensibles a los reclamos de la naturaleza, en
vez de menos? ¿Acaso una capacidad excepcional no conlleva una responsabilidad excepcional?
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