Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

LOS PAJAROS


El fin del fin del mundo, Franzen, p. 54
Pero ¿acaso el cálculo económico es nuestra mejor vara de medir? Cuando el rey Lear de Shakespeare abdica del trono, suplica a sus dos hijas mayores que le respeten algún vestigio de su antigua majestad. Las hijas replican que no les parece necesario y el viejo rey exclama: “Ah, no sometáis la necesidad a la razón.» Condenar los pájaros al olvido es olvidar de quién somos hijos.
Una persona que dice “Qué pena lo de los pájaros, pero lo primero son los humanos» está haciendo, implícitamente, una de dos afirmaciones. Tal vez quiera decir que los seres humanos no somos mejores que cualquier otro animal; que, en cuanto seres fundamentalmente egocéntricos y motivados por genes egoístas, haremos siempre lo que sea necesario para replicar nuestros genes y maximizar nuestro placer, y que se fastidie el mundo no humano. Ésta es la visión de los realistas cínicos, para quienes la preocupación por otras especies es tan sólo una molesta forma de sentimentalismo. No puede refutarse y está siempre disponible para aquel a quien no le importe admitir que es un egoísta irredento. Sin embargo, las palabras “lo primero son los humanos” también podrían significar lo contrario: que nuestra especie tiene el derecho exclusivo de monopolizar los recursos del planeta porque no somos como los demás animales, porque mantenemos conciencia y libre albedrío, capacidad para recordar el pasado y planificar el futuro. Esta visión opuesta se encuentra tanto entre personas creyentes como entre humanistas seculares, y al igual que sucede con la anterior, resulta imposible demostrar su falsedad o su certeza. De todos modos, plantea la siguiente cuestión: si nuestro valor es incomparablemente superior al de los demás animales, ¿acaso nuestra capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo, y de sacrificar conscientemente una pequeña parte de nuestra conveniencia a cambio de un bien mayor, no debería hacernos más sensibles a los reclamos de la naturaleza, en vez de menos? ¿Acaso una capacidad excepcional no conlleva una responsabilidad excepcional?

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia