Esta Teoría de la religión esboza
lo que sería un trabajo acabado; he intentado expresar un pensamiento móvil sin
buscar su estado definitivo.
Una filosofla es una suma
coherente o no es, pero expresa al individuo, no a la indisoluble humanidad.
Debe mantener, en consecuencia, una apertura sobre los desarrollos que seguirán
en el pensamiento humano ... , donde los que piensan, en cuanto que rechazan su
alteridad, lo que no son, están ya ahogados en el universal olvido. Una
filosofía no es nunca una casa, sino una
obra en construcción. Pero su inacabamiento no es el de la ciencia. La ciencia
elabora una multitud de partes acabadas y solo su conjunto presenta vacíos.
Mientras que en el esfuerzo de cohesión el inacabamiento no está limitado a las
lagunas del pensamiento; es sobre todos los puntos, sobre cada punto, la imposibilidad
del estado último.
Este principio de imposibilidad
no es excusa para innegables insuficiencias, limita toda filosofía real. El
sabio es quien acepta esperar. El filósofo también espera, pero no puede
hacerlo por derecho. La filosofla responde desde un comienzo a una exigencia
infragmentable. Nadie puede “Ser” con independencia de una respuesta a la
pregunta que ella plantea
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