De Masa y poder de Ellas Canettl
Lo más estúpido son las quejas.
Siempre hay alguien por quien sentimos rencor. Siempre hay uno u otro que se
nos acerca demasiado. Siempre éste o aquél ha sido injusto con nosotros. ¿Por qué todo
esto? ¿Qué significado tiene y por qué no estamos dispuestos a aceptarlo? Esta
mezquina absurdidad nos ronda en la cabeza, mezquina porque nos concierne sólo
a nosotros mismos, de hecho a la parte más ínfima de nuestra propia persona, la
frontera siempre artificial. Con estas quejas se va llenando la vida como si
fueran palabras cargadas de sabiduría. Proliferan como sabandijas, se
multiplican más rápidamente que los piojos. Con ellas nos quedamos dormidos y
con ellas nos despertamos; la "vida práctica" de los hombres no está
hecha de otra cosa.
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