Mecanismos internos, JM Coetzee, p. 58
A estas alturas, la historia es tan conocida que prácticamente no hace falta volver a contarla. El escenario es la frontera francoespañola; el año, 1940. Walter Benjamín, que estaba huyendo de la Francia ocupada, busca a la esposa de un tal Fittko, que ha conocido en un campo de concentración. Entiende, le dice a frau Fittko, que ella podrá pasarlos a él y a sus compañeros a la España neutral a través de los Pirineos. Cuando la mujer lo lleva a reconocer la mejor ruta, nota que él ha traído consigo una pesada cartera. “¿Es realmente necesaria?», le pregunta. «Contiene un manuscrito -responde él-. No puedo arriesgarme a perderlo. Debe salvarse. Es más importante que yo.»
Al día siguiente, mientras cruzan
las 1nontañas, Benjamin se para a descansar cada pocos minutos a causa de su
debilitado corazón. Cuando llegan a la frontera los detiene la policía
española. Sus papeles no están en orden, les dicen; tienen que volver a Francia.
Desesperado, Benjamín toma una sobredosis de morfina. La policía hace un
inventario de las pertenencias del difunto. En ese inventario no se menciona
ningún manuscrito. Solo podemos hacer conjeturas sobre qué había en la cartera y
dónde fue a parar su contenido. Gershom Scholern, amigo de Benjamín, sugirió
que la obra desaparecida era la última revisión del todavía inconcluso
Passagen- Werk, conocido en inglés corno el Arcades Project [y en castellano
como Libro de los Pasajes]. («Para los grandes escritores -escribió Benjamín-,
las obras terminadas pesan menos que aquellos fragmentos en los que trabajan
durante toda su vida.») Pero gracias a su heroico esfuerzo por salvar su manuscriro
de los fuegos del fascismo y de transportarlo consigo a España, que él creía
que era un lugar seguro, y más adelante, a Estados Unidos, Benjamín se
convirtió en un icono del erudito de nuestros tiempos.
Por supuesto, la historia tiene
un final feliz. Georges Bataille, amigo de Benjamín, había ocultado una copia
del manuscrito de los Pasajes en la Bibliotheque Nationale. Recuperado después de
la guerra, se publicó en 1982
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