La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, Siri Hustvedt, p. 273
O, para citar otro ejemplo, ¿cómo
un deseo vehemente de quedarse embarazada puede resultar en un embarazo
psicológico conocido en la literatura médica como pseudociesis? Aunque este
fenómeno es común entre los perros y algún que otro mamífero, en los seres
humanos está vinculado tanto a la imaginación como a la cultura. Es mucho menos
frecuente que antes, al menos en Occidente, probablemente porque el embarazo hoy
día es contemplado como una condición médica y las ecografías son rutinarias,
pero en la literatura hay muchos casos bien documentados, junto con la
amenorrea, la hinchazón abdominal y el aumento de los senos, la ampliación del
útero, las contracciones y los cambios mesurables en los niveles de las hormonas
neuroendocrinas. En un estudio sobre la
pseudociesis de 1978, los autores Jane Murray y Guy Abraham escribieron: «El
papel que desempeñan los factores psicógenos en el control del sistema
neuroendocrino se está convirtiendo en una de las áreas más emocionantes de la
medicina psicosomática». ¿Qué aspecto toma un deseo en el cerebro?
Por otra parte, se han dado casos
de embarazo psicológico en hombres y, en algunas culturas, el marido de una
mujer embarazada comparte el embarazo en un ritual conocido como la couvade. En
un pueblo en la provincia Sepik de Nueva Guinea, al cónyuge de una mujer
embarazada se le llama «el padre embarazado». Éste observa los tabúes
alimentarios específicos para las mujeres, adopta un nombre femenino durante el
periodo de gestación, se le abulta supuestamente el vientre a la par que el de
ella, y durante el parto se azota a sí mismo con ortigas hasta que sangra para
compartir su dolor. Se coloca en la posición acuclillada del parto mientras su
hijo nace y se queda exhausto y postrado cuando acaba. La pseudociesis es un
fenómeno patológico. La couvade, no. Es un ritual de imitación, empatía e
identificación que prepara a un hombre para la paternidad, pero durante esa
preparación algunos hombres desarrollan signos reales de embarazo. El teatro ritual
y las metamorfosis corporales no pueden separarse fácilmente de la couvade.
Quisiera recalcar este punto. La imaginación debe ser entendida como una realidad
corpórea, que puede pasar de una persona a otra.
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