4321 de Paul Auster, p. 559
Le asignaron una habitación en la
décima planta de Carman Hall, la residencia más moderna del campus, pero en
cuanto deshizo las maletas y colocó sus cosas, Ferguson se dirigió a Furnald
Hall, una residencia contigua que estaba unos cuantos metros más arriba, y subió
en ascensor a la sexta planta, donde permaneció unos instantes frente a la
habitación 617, y luego bajó por las escaleras, caminó en dirección este por el
sendero de ladrillos que corría a lo largo de la biblioteca Butler y se
encaminó a una tercera residencia, el edificio John Jay Hall, donde subió en
ascensor hasta la duodécima planta y se quedó unos momentos frente a la habitación
1231. Federico García Lorca había vivido en aquellas dos habitaciones durante los
meses que pasó en Columbia en 1929 y 1930. La 617 de Furnald y la 1231 de John
Jay eran los sitios en donde había escrito “Poemas de la soledad en la
Universidad de Columbia”,” Vuelta a la ciudad”, “Oda a Walt Whitman” y la
mayoría de los poemas recogidos en Poeta en Nueva York (Nueva York de cieno /
Nueva York de alambres y muerte) libro
que acabó publicándose en 1940, cuatro años desde que Lorca fuese apaleado,
asesinado y arrojado a una fosa por esbirros de Franco. Suelo sagrado.
(En la foto, Poeta en Nueva York)