El ruido del tiempo, Julian Barnes, p. 105-106
El arte pertenece a todo el mundo
y a nadie. El arte pertenece a todas las épocas y a ninguna. El arte pertenece a
quienes lo crean y a quienes lo disfrutan. El arte no pertenece más al pueblo y
al Partido de lo que perteneció en otro tiempo a la aristocracia y a los
mecenas. El arte es el susurro de la historia que se oye por encima del ruido
del tiempo. El arte no existe por amor al arte: existe por el bien de la gente.
Pero ¿qué gente, y quién la define? Él siempre pensó que su arte era
antiaristocrático. ¿Escribía, como sus detractores sostenían, para una élite
burguesa y cosmopolita? No. ¿Escribía, como sus detractores querían, para el
minero de Donbass fatigado de su turno de trabajo y necesitado de un reposo
tranquilizador? No. Escribía música para todos y para nadie. La escribía para
quienes más apreciaban la música que escribía, sin tener en cuenta su extracción social. La escribía para los
oídos que podían escucharla. Y sabía, por consiguiente, que todas las
definiciones verdaderas del arte son circulares, y todas las definiciones falsas
del arte le atribuyen una función específica.
El operador de una grúa en una
obra escribió una vez una canción y se la envió. Él le había contestado: «La
suya es una profesión maravillosa. Construye casas que son muy necesarias. Mi
consejo sería que siga ejerciendo su útil oficio.» No le contestó esto porque
creyera que un gruista fuese incapaz de escribir una canción, sino porque aquel
concreto compositor en ciernes mostraba tanto talento como el que mostraría él
si lo metieran en la cabina de una grúa y le enseñaran a mover las palancas. Y
confiaba en que si, en los viejos tiempos, un aristócrata le hubiese enviado
una composición de similar valía, habría tenido la entereza de responderle:
«Excelencia, su posición es sumamente relevante y exigente, al ser responsable
por un lado de mantener la dignidad de la aristocracia, y por el otro de cuidar
del bienestar de los que faenan en sus propiedades. Mi consejo sería que siga
ocupándose de su útil tarea.”
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