Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INCIPIT 1.320. PEQUEÑAS HERIDAS MORTALES / BELEN GOPEGUI


Presentación

Los personajes no pueden salir de sus libros a no ser que alguien les convoque. Alguien me ha convocado y escapo cada mañana de mi novela. Me siento en un bar con un café y te escribo.  Llevo un abrigo de mangas largas de esos que cubren las manos hasta donde empiezan los dedos y tengo ojos color de cáscara de nuez.

Si vinieras conmigo, amiga persona, hablaríamos de trivialidades, eso que en inglés llaman conversación pequeña y aquí podría llamarse charla o palique. Como no estás, a veces hago preguntas grandes y, como no me frenas con una broma, me pongo a contestarlas. «Vivir», escribió Joáo Guimaráes Rosa en su novela Gran Serton: Veredas, «es un asunto muy peligroso». Y también: «Todo lo que hay es aviso». Las novelas  son así.

Quienes escriben teorías sobre las decisiones dicen que hay tres maneras de decidir. La primera, en condiciones de certeza: cuando sabes -o crees que sabes, ah, menuda diferencia- cuál será el resultado de cada una de las acciones posibles. La segunda, en condiciones de riesgo: cuando desconoces qué pasará pero puedes hacer un cálculo de probabilidades.


No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia