Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

De El rival de Prometeo, p. 75
TESIS SOBRE LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA (EXTRACTO)
Walter Benjamín
SE DICE QUE HUBO UN AUTÓMATA en tal forma construido que habría replicado a cada jugada de un ajedrecista con una contraria que le aseguraba ganar la partida. Un muñeco con atuendo turco y teniendo en la boca un narguilé se sentaba ante ei tablero colocado sobre una espaciosa mesa. Con un sistema de espejos se provocaba la ilusión de que esta mesa era por todos lados transparente. Pero, en verdad, allí dentro había sentado un enano corcovado que era un maestro en el juego del ajedrez y guiaba por medio de unos hilos la mano del muñeco. Puede imaginarse un equivalente de este aparato en filosofía. Siempre debe ganar el muñeco llamado «materialismo histórico», pudiendo enfrentarse sin más con cualquiera si toma a la teología a su servicio, la cual, hoy día, es pequeña y fea, y no debe dejarse ver en absoluto.

Mashup: Apple's Intel ad and Cronenberg's "Scanners"

FRESA DE LA SEMANA

¿Tienen los marcianos dos sexos, como nosotros?
Un periodista en la rueda de presa de Mars Attacks¡

INCIPIT 254. BERLIN ALEXANDERPLATZ / ALFRED DOBLIN


Este libro trata de Franz Biberkopf, en otro tiempo peón de albañil y mozo de cuerda en Berlín, Acaba de salir de la cárcel, donde se encontraba por viejas historias, está otra vez en Berlín y quiere ser honrado.
Al principio lo consigue. Luego, sin embargo, aun que económicamente le va bastante bien, se ve en vuelto en una auténtica lucha con algo que viene de fuera, es imprevisible y parece una fatalidad.
Tres veces embiste contra él, desbaratando su plan de vida. Lo atropella con un engaño y una superchería. El hombre se levanta, aguanta aún.
Lo empuja y golpea con una villanía. El se recupera con dificultad, casi en el último segundo.
Por último, lo torpedea con una brutalidad espantosa.
Así cae derribado nuestro hombre, que se ha mantenido derecho hasta el final. Da la partida por perdida, no sabe qué hacer y parece acabado.
No obstante, antes de poner fin radicalmente a su vida, se le abren los ojos de una forma que no especifico aquí. Se le muestra, del modo más patente, la causa de todo. Es él mismo, ahora lo ve, su plan de vida, que parecía no ser nada pero ahora, de repente, resulta muy distinto, no algo simple y casi natural sino arrogante y desvergonzado y, al mismo tiempo, cobarde y lleno de flaquezas.

JAMESIANA

Del prólogo de Santiago Rodríguez Huerrero-Strachan a Daisy Miller, en Austral
No pillará por sorpresa al lector avisado que uno de los mayores valedores de Henry James en España fuera el no menos genial, distante y británico por sus humores, Juan Bcnet. En «Las dos caras de George Eliot» puede encontrarse una de las menciones a Henry James a propósito aunque en realidad sin mucho propósito aparente, pues el inciso no termina de venir a cuento— del estilo . Benet defendía ahí ese que ha dado en llamarse grand style, tan ausente en nuestra novela según se empeña en contarnos y demostrarlo, por cierto de manera insuperable. Es normal que un escritor tan preocupado por un alto estilo, sin duda alguna la piedra millar de toda narración, se fijara en James, modelo obligatorio e insustituible junto con Proust de la importancia del estilo así como de su función dentro de ese todo orgánico que es la novela. Su magisterio hizo que autores más jóvenes se interesaran por James; el más visible de todos ellos es Javier Marías, novelista, ensayista y articulista —ahora es fácil decirlo— de gran inteligencia y refinada sensibilidad. Por lo que se refiere a las menciones a James recuerdo ahora «Henry James de visita», recopilado en Vidas escritas, y en el que habla de la faceta mundana de James, un escritor que pasó su vida como un espectador que nunca toma parte en nada.
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EL ARTE. LA MUSICA. LA PERCEPCION

De Elogiemos ahora a hombres famosos, p. 33
Les contaré una prueba. Es injusta. Es falsa. Amarra todos los naipes. Está en desacuerdo con las intenciones del compositor. Pues mejor aún.
Consigan una radio o un fonógrafo capaz del mayor volumen posible y siéntense a escuchar una versión de la Séptima Sinfonía de Beethoven o la Sinfonía en Do Mayor de Schubert. Pero no hablo sólo de sentarse y escuchar. Me refiero a esto: pongan el volumen a su punto máximo. Entonces échense al suelo y pongan la oreja lo más cerca posible del altavoz, y permanezcan así, respirando tan levemente como puedan y sin moverse, ni comer ni fumar ni beber. Concéntrense todo lo que puedan en su oído y en su cuerpo. No oirán nada bonito. Si les duele, alégrense. Más cerca que nunca en su vida, están dentro de la música; no sólo dentro, son la música; su cuerpo ya no es su forma y sustancia, es la forma y sustancia de la música.
¿Es bonito lo que oyen, o hermoso, o legal, o aceptable en la sociedad educada o cualquier otra? Está más allá de cualquier cálculo salvaje y peligroso y letal para todo equilibrio en la vida humana tal como es la vida humana; y nada puede igualar la violación que perpetra en toda esa muerte; nada excepto cualquier cosa, cualquier cosa en la existencia o el sueño, percibida en cualquier parte remotamente hacia su verdadera dimensión.”

JAMESIANA

De Prisión perpetua, de Ricardo Piglia, p. 33
La lección del maestro.
Alguien hace algo que nadie entiende, un acto que excede la experiencia de todos. Ese acto no dura nada, tiene la cualidad pura de la vida, no es narrativo pero es lo único que tiene sentido narrar,
Llevar a la vida la teoría del iceberg de Hemingway. Lo más importante es lo que no se dice.
Una historia que el narrador no comprende. Ésa es la lección de Henry James (según Steve).
La cárcel es una fábrica de relatos, lbdos cuentan, una y otra vez, las mismas historias. Lo que han hecho antes, pero sobre todo lo que van a hacer. Se escuchan unos a otros, compasivamente Lo que importa es narrar, no importa si la historia no le interesa a nadie. Lo contrario del arte de la novela, que se funda en la ilusión de convertir a los lectores en adictos.

INCIPIT 253. PIERRE Y JEAN / GUY DE MAUPASSANT


1
Basta! —exclamó de pronto el viejo Roland, que desde hacía un cuarto de hora permanecía inmóvil, con los ojos jos en el agua, y levantando de vez en cuando de un tirón, con un ligero movimiento su caña de pescar sumergida en el mar.
Madame Roland, adormilada en la popa del barco junto a madame Rosémilly, invitada a esa partida de pesca, se despertó y volvió la cabeza hacia su marido:
¡Bueno! ¿Qué tal te va, jéróme?
El buen hombre respondió gruñendo:
—Ya no pican... Desde el mediodía no he pescado nada. Deberíamos pescar los hombres solos; las mujeres hacen que embarquemos demasiado tarde,
Sus dos hijos, Pierre y Jean, que se encontraban uno a babor y el otro a estribor, con el sedal enrrollado en el índice, se echaron a reír al mismo tiempo, y Jean dijo:
Papá, no eres muy galante con nuestra invitada.
Monsieur Roland se excusó, confuso:
—Le ruego me perdone, madame Rosémilly; yo soy así. Invito a las damas porque me gusta su compañía y luego, en cuanto siento el agua bajo mis pies, solamente pienso en la pesca.
Madame Roland, la cual, ya totalmente despierta, miraba
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FAULKNERIANA

De Intruso en el polvo, de WFaulkner
—No todos los blancos pueden soportar la esclavitud y al parecer ningún hombre puede soportar la libertad (Lo cual, dicho sea de pasada, esa premisa de que el hombre quiere realmente paz y libertad, es en este momento el problema de nuestras relaciones con Europa, cuyo pueblo no sólo no sabe lo que es la paz sino que, salvo los anglosajones, teme activamente la libertad personal y desconfía de ella; estamos esperando sin ninguna esperanza en realidad que nuestra bomba atómica baste para defender una idea tan anticuada como el arca de Noé); con un acuerdo mutuo instantáneo pone su libertad en manos del primer demagogo que aparece: y si no aparece ninguno él mismo la destruye y la aniquila y la hace desaparecer de su vista y su alcance y hasta su recuerdo con la unanimidad frenética de un vecindario que apaga a pisotones la yerba que se incendia. Pero las gentes apellidadas Sambo sobrevivieron a una y ¿quién sabe? quizá puedan incluso sola otra... Y quién sabe…

FAULKNERIANA

De Intruso en el polvo, de WF
Esta vez. Quizá Esta vez con tanto que perder y tanto que ganar: Pennsylvania, Maryland, el mundo, la cúpula dorada del propio Washington para coronar con una victoria desesperada e increíble la jugada desesperada, la tirada de dados de hacen lLos años; o para cualquiera que haya navegado alguna vez aunque sólo en una barquita y por vela una colcha, el omento de 1492 en que alguien pensó Ahora: el límite absoluto sin retorno, el de dar vuelta ya y regresar a casa o navegar irremisiblemente hacia adelante y hallar tierra o precipitarse por el final tronador del mundo. Una vocecita, una poetisa sensible y profunda de los tiempos de mi juventud dijo que el té derramado se va con las hojas y todos los días muere un crepúsculo, una extravagancia de poeta que como suele acontecer refleja verdad pero invertida y al revés puesto que el distraído manipulador del espejo ensimismado en su obsesión ha olvidado que la parte de atrás del espejo es cristal también: ojalá lo fuesen, pero en vez de ello, el crepúsculo de ayer y el té de ayer son ambos indiferenciables de las esparcidas heces indestructibles indisolubles arrojadas por los interminables pasillos de mañana, en los zapatos con los que habremos de andar y hasta las sábanas entre las que habremos de dormir (o intentar): pues a nada se escapa, nada se elude; el perseguidor es quien corre y la noche de mañana es sólo un largo combate insomne con las omisiones y pesadumbres de ayer»:

El cielo sobre Berlín


Por aquí andamos
Pincio

INCIPIT 251. ELOGIEMOS AHORA A HOMBRES FAMOSOS / JAMES AGEE, WALKER EVANS


PREFACIO
(Se aconseja a los lectores serios que pasen al libro propiamente dicho después de terminar la primera parte del Prefacio.
Un regreso posterior no les causará ningún daño.)
Durante julio y agosto de 1936, Walker Evans y yo viajábamos por el Medio Sur de esta nación, ocupados en lo que ya desde el principio me pareció un trabajo bastante curioso. Nuestro cometido era preparar para una revista neoyorquina1 un artículo sobre los arrendatarios del algodón en Estados Unidos, en forma de documento fotográfico y verbal, acerca de la vida y del ambiente cotidianos de una familia media de granjeros de raza blanca. Primero teníamos que encontrar y vivir con una familia de estas características; tal era el objeto de nuestro viaje.
No encontramos ninguna familia que pudiera representar con justicia por sí sola a la totalidad de arrendatarios de la región, pero decidimos que, juntando a las tres que habíamos llegado a conocer, podríamos realizar nuestro trabajo con la documentación adecuada. Con la más representativa de las tres vivimos algo menos de cuatro semanas, viéndolas a todas de un modo íntimo y constante. A fines de agosto, mucho antes de lo que deseábamos, volvimos al Norte y ultimamos nuestro trabajo.
Por razones que no formarán parte de este volumen, el artículo no fue publicado, A finales de año, sin embargo, nos lo devolvieron, y en la primavera de 1938 llegamos a un acuerdo con un editor de Nueva York para publicar una extensión del mismo material en forma de libro, Al cabo de otro año y medio, por razones que a su vez recibirán atención posterior, el manuscrito concluido fue rechazado o retirado. En la primavera de 1940 fue aceptado por quienes ahora lo publican con la condición de eliminar ciertas palabras que son ilegales en Massachusetts.
Los autores encontraron posible hacer esta concesión y como
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INCIPIT 252. PRISION PERPETUA / RICARDO PIGLIA

EN OTRO PAÍS
1
Una vez mi padre me dio un consejo que nunca pude olvidar: «¡También los paranoicos tienen enemigos!» me dijo, a los gritos, en el teléfono, tratando de hacerse entender desde la lejanía, en febrero o marzo de 1957. No era un consejo pero siempre lo usé así: una máxima privada que condensa la experiencia de una vida. Esa frase era el fin de un relato, el cristal donde se reflejaba la catástrofe, Mi padre había estado casi un año preso porque salió a defender a Perón en el 55 y de golpe la historia argentina le parecía un complot tramado para destruirlo,
Se crió en el campo, un médico de provincia que cuando tomaba y estaba alegre enfurecía a mi madre cantando «La pulpera de Santa Lucía» con una variante obscena que había aprendido en un prostíbulo de Trenque Lauquen, Se hizo peronista
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INCIPIT 250.EUGENE PICKERING / HENRY JAMES


1
Sucedió en Homburgo hace varios años, antes de que prohibieran el juego. La tarde era muy calurosa, y todo el mundo se había congregado en la terraza del Kursaal y en el prado que se extendía debajo de ella para escuchar a la excelente orquesta:
o más bien medio mundo pues la muchedumbre era igua1rfle densa en los salones de juego, en torno a las mesas Por todas partes, la muchedumbre era muy numerosa La noche era perfecta, la temporada SC hallaba en su cénit, las ventanas abiertas del Kursaal lanzaban largos haces de luz artificial a Tos bosques Umbríos, y, de tanto en tanto en las pausas de la música, casi podían oírse el tintineo de los napoleones y la voz metálica de los crupieres que se elevaban en el silencio atento (le los salones, Yo había estado paseando con una amiga, y al fin nos dispusimos a sentarnos Las Sillas, sin embargo escaseaban. Había cazado una, pero parecía una tarea harto complicada encontrarle una compañera, Estaba a punto de desistir desesperado y de proponer que nos dirigiésemos a las Otomanas de seda del Kursaal, cuando me fijé en un joven recostado en uno de los objetos de mi búsqueda,
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VN


DOMICILIOS DE NABOKOV EN BERLIN
Egerstrasse 1 (Grunewald)
Sächsische Strasse 67 (Wimersdorf)
Bad Rotherfelde (Teutoburger Wald)
Martin-Luther-Strasse 21, Pensión Andersen
Trautenausstrasse 9
Landhausstrasse, domicilio de Vera
Luitpoldstrasse 13 ( Schöneberg)
Motzstrasse 31
Nürnberger Strasse, Pensión Rusia
Passauer Strasse 12
Luitpoldstrasse 27 ( Schöneberg)
Westfälische Strasse 29

BENETIANA

De Egos revueltos, de Juan Cruz, p. 262-263
Estábamos cerca de la Navidad. Algunos días después, a primeros de enero de 1993, moría Juan Benet, y el entierro fue para muchos de nosotros como la confirmación, en medio del frío ceniciento de la mañana, de que se acababa un tiempo, una noche feliz, una tarde larguísima, la vida misma tal como la quisimos los que le convertimos a él y a sus compañeros de generación —Hortelano, Barral, Gil de Biedma, Angel González...— en el símbolo de una manera de ver, de beber y de vivir...
[…]
Al día siguiente supe que los hijos de Benet habían indicado a Blanca Andreu que, muerto Juan, su presencia en aquella casa, en la calle Jarama, 7, una dirección mítica en la historia literaria, al menos en la historia madrileña de la literatura del siglo xx, ya no era bienvenida.
Ahí entendí todo, y ahí entendí por qué, una vez más, callar hubiera sido más sabio que hablar. Pero yo hablaba y hablaba; Julio Cortázar se refería al relleno de las almohadas para expresar los excesos de los habladores; pues ahí estaba yo, rellenando almohadas, en el vacío increíble de aquel mediodía tan triste...
Benet ya no estaba, y había acabado un tiempo.
El sonido del cementerio era como un golpe seco de silencio. Enero de 1993.

UN PARRAFO DE FAULKNER¡¡¡

De Intruso en el polvo de WF
—Sí —dijo el carcelero. Luego se volvió y siguió subiendo, soltándose del cinturón el manojo de llaves por debajo de la canana, hasta la gruesa puerta de roble que coronaba el final de las escaleras (era de una sola pieza maciza labrada a mano de un grosor de unos cinco centímetros, provista de un voluminoso candado moderno en una barra de hierro hecha a mano que atravesaba dos armellas de hierro que como las gruesas bisagras en forma de risette habían sido también forjadas a mano, moldeadas a golpe de martillo cien años antes en aquella fragua de la acera de enfrente donde él había estado esperando el día anterior; el verano pasado un día un forastero, un hombre de ciudad, un arquitecto que le recordaba algo a su tío, sin sombrero y sin corbata, zapatos de tenis y unos pantalones de franela raídos y lo que quedaba de una caja de botellas de champán en un descapotable que debía haber costado tres mil dólares, metiéndose no a cruzar la ciudad sino por ella, sin hacer daño a nadie sólo metiendo el coche en la acera y atravesando tras ella la luna de un escaparate, muy borracho, muy alegre, con menos de cincuenta centavos en efectivo en el bolsillo pero todo tipo de tarjetas de identificación y un talonario de cheques cuyas matrices indicaban una cuenta en un banco de Nueva York de unos seis mil dólares, que insistió en que le metieran en la cárcel pese a que tanto el alguacil como el propietario de la luna sólo pretendían convencerle de que se fuera al hotel y la durmiese para poder extender un cheque por el valor de la luna y la
pared: hasta que por fin el alguacil metió en la cárcel, donde se durmió como un bendito y los del garaje mandaron a por el coche y a la mañana siguiente el carcelero telefoneó al alguacil a las cinco en punto para que viniera llevarse a aquel hombre porque había despertado a toda la casa hablando desde su celda a los negros de la celda común. Así que vino el alguacil y los de allí y luego quiso salir con el grupo de calle a trabajar y no le dejaron y coche estaba listo ya también pero ya no quería irse, en el hotel aquella noche y dos noches después su tío le llevó incluso a cenar, y allí él y su tío hablaron durante tres horas de Europa y París Viena y él y su madre escuchando también aunque su padre se había excusado: y allí aún dos días después intentando que su tío y el alcalde y los concejales y por último hasta los propios supervisores le dejaran comprar toda la puerta { o si no se la vendían toda, por lo menos la barra y la armella y las bisagras) abrió con la llave y tiró de la puerta hacia fuera.

Le enseñaré a vivir de la prostitución le enseñaré a matar Si, voy a ser mamá


El Sergas publicita en su web las tesis acientíficas de un grupo antiabortista
El presidente justifica una medida que la oposición tacha de "adoctrinamiento"
VÍCTOR HONORATO - Santiago - 09/07/2010
La Red Madre, el colectivo antiabortista patrocinado por el Foro Español de la Familia, tiene desde hace unos días una nueva plataforma publicitaria en la web de la Consellería de Sanidade. En el apartado de información sobre la interrupción voluntaria del embarazo, la página muestra como único enlace ajeno a la Administración la web de Red Madre, un espacio en el que se asegura que el aborto "duele y es violento", provoca que las parejas se rompan y entraña un sinfín de riesgos fisícos y psicológicos.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, justificó ayer el proceder de Sanidade. Según él, igual que se explica la ley del aborto, el Sergas "informa" a las mujeres que quieren seguir adelante con su embarazo, en cumplimiento de la recién aprobada ley de apoyo a las mujeres embarazadas -promovida precisamente por Red Madre-. "La información no la hace la Consellería de Sanidade, sino determinadas instituciones", se escudó.

NABOKOVIANA

De Prisión perpetua, de Ricardo Piglia, p. 27
La caza de elefantes.
Si la literatura no existiera esta sociedad no se molestaría en inventarla. Se inventarían las cátedras de literatura y las páginas de crítica de los periódicos y las editoriales y los cocktaus literarios y las revistas de cultura y las becas de investigación, pero no la práctica arcaica, precaria, antieconómica que sostiene la estructura,
La situación actual de la literatura se sintetizaba, según Steve, en una opinión de Roman Jakobson, Cuando lo consultaron para darle un puesto de profesor en Harvard a Vladimir Nabokov, dijo: «Señores, respeto el talento literario del señor Nabokov, ¿pero a quién se le ocurre invitar a un elefante a dictar clases de zoología?»
La estúpida y siniestra concepción de Jakobson es la expresión sincera de la conciencia de gran crítico y gran lingüista y gran profesor que supone que cualquiera está más capacitado para hablar del arte de la Prosa que el mayor novelista de este siglo. La autoridad de Jakobson le permite enunciar lo que todos Sus colegas piensan y no se animan a decir Se trata de una reivindicación gremial : los escritores no deben hablar de literatura para no quitarle el trabajo a los críticos y a los profesores

FRASE DE LA SEMANA

—No soy rico —dijo—. No necesito dinero.
WF

JAMESIANA

De El horror en la literatura de HP Lovecraft
Gran parte de la mejor literatura de horror americana procede de plumas no esencilamente dedicadas a este géneto. La histórica Elsie Venner, de Oliver Wendell Holmes, sugiere con admirable maestría la existencia de un elemento antinatural y ofídico en una joven preternaturalmente influida, y sostiene la atmósfera con pinceladas de paisaje de buen gusto. En La vuelta de la tuerca, Henry James vence suficientemente su inevitable pomposidad y prolijidad como para crear un verdadero ambiente de siniestra amenaza al describir el influjo espantoso de dos muertos malvados, Peter Quint y la institutriz Miss Jessel, sobre un niño y una niña que habían estado bajo sus cuidados. James es, quizá, demasiado difuso, demasiado untuosamente cortés y demasiado adicto a las sutilezas lingüísticas para darse cuenta plenamente del tremendo e insperable horror de sus situaciones; pero a pesar de todo eso, hay una ola rara y creciente de pavor que culmina con la muerte del pequeño, escena que le permite a la novela alcanzar un puesto permanente en su género.

SOLUCIONES A LA CRISIS

De Teatro completo, de Juan Benet, p. 47-48 (Siglo XXI, 2010)
ANASTAS.
Sentaos todos. Así me gusta. Vamos a celebrar el primer Consejo de este Gobierno tan reciente como brillantemente formado. Un equipo de hombres jóvenes —técnicos en su mayoría—, perfectamente preparados y con una gran experiencia administrativa, se disponen a gobernar el país, atrozmente desmantelado por la cuadrilla de viejos e ineptos caciques que les precedieron. Los tiempos no cambian, pero sí los apelativos. Lo que se pide de ustedes, caballeros, no es poco: una mayor flexibilidad en el procedimiento, mejor compenetración entre los servicios, un tipo de inversiones con miras a equilibrar la balanza de pagos, atrozmente escorada. En lo posible olvidaremos el Fisco para atender a la Hacienda y en cuanto a la Industria cabe hacer dos cosas con ella: o fomentar su desarrollo, haciendo de tripas corazón, o suprimirla de raíz de una vez para siempre, visto que lo único que proporciona —además de mucha hambre— es un continuo dolor de cabeza. Particularmente yo me inclinaría, así pues, por desmantelarla, haciendo borrón y cuenta nueva. A ustedes les toca decidir. .
Lo anteriormente dicho vale igualmente para la Agricultura, el Comercio, la Instrucción Pública... Son cosas todas ellas caras y enojosas que, bien miradas, apenas aportan nada al bienestar público. Creo, señores, que con algo de habilidad por nuestra parte se podrán suprimir sin que nadie se aperciba de ello. Otra cosa muy distinta la constituyen las Relaciones Exteriores y el Ejército. Por lo que se refiere a lo primero podemos —si tal es el parecer de ustedes— continuar e intensificar nuestra anterior política de aislamiento hasta llegar a un grado de soledad difícilmente imaginable. Ello contribuirá en alto grado a simplificar el Comercio, las Aduanas, el cuerpo de Carabineros y el Diplomático, una partida de gandules que nos está dejando en la miseria. Con el cierre total de las fronteras podremos, además, incrementar el Ejército para tenerlas bien vigiladas. He oído que los haberes de la tropa son miserables. Si manteniendo el mismo presupuesto de Defensa, aumentamos los cuadros de oficiales y clases, todos tocarán a menos y cundirá el malestar; contra lo que la gente cree no hay como la estrechez y el malestar para mantener a la tropa en los cuarteles, jugando al naipe. Tal ha de ser nuestra línea general: ambiciosa, atrevida y optimista. Con semejante programa podemos mirar con franquía al porvenir; la patria rejuvenece y sonríe. En este sentido sólo una cosa me preocupa y es que desemboquemos en un exceso de bienestar. La prosperidad no es cosa de hombres. Y nada más. Con estas breves palabras, juiciosas y rotundas —como corresponden a tan providencial monarca— les he dado trabajo para meses, tal vez años. Ya pueden ustedes comenzar, y no alcen demasiado la voz porque quiero meditar sobre lo que se nos viene encima.
(ANASTAS se reclina sobre el Trono y, simulando dormir espía a sus MINISTROS.)

LO LLAMARÉ LUCIFER; LE ENSEÑARÉ A CRITICAR


La Xunta se niega a informar como obliga la ley a las mujeres que aborten
Sanidade será desde hoy "mera transmisora" de los folletos enviados por Madrid
CRISTINA HUETE - Ourense - 05/07/2010
Galicia será la primera comunidad española que incumplirá uno de los apartados de la ley del aborto. La Xunta no introducirá información propia relacionada con las ayudas a las mujeres que quieran interrumpir su embarazo en el sobre que, por decreto del Gobierno estatal, las autonomías deben entregar a las gestantes a partir de hoy. Aunque la Consellería de Sanidade sostiene que cumplirá "escrupulosamente" la ley española, fuentes del mismo departamento de Pilar Farjas han confirmado a este diario que Sanidade será un "mero transmisor de la información que meta Madrid" en el paquete.
El Foro de la Familia felicitó al Ejecutivo de Feijóo por sus iniciativas
"Introduciremos en el sobre los folletos que envíe Madrid, con la información que ha aprobado el Gobierno", señalan las fuentes oficiales de Sanidade destacando que, de esta forma, "se aplicará la ley, pendiente aún de recurso" sin que la comunidad gallega realice ninguna aportación. La decisión de no introducir información relativa a centros de salud sexual y reproductiva, así como la relacionada con las posibilidades que tienen las gestantes que deseen abortar de continuar percibiendo ayudas, es para el Ministerio de Igualdad, un "claro incumplimiento del decreto".
"Si Galicia se declara en rebeldía recibirá un requerimiento de Política Territorial", sostienen fuentes de este departamento ministerial sorprendidas por el anuncio de la Xunta cuando otras comunidades de Gobierno popular, como Valencia o Castilla y Leon, "tienen ya el procedimiento listo y adaptado a la ley" española. Galicia, como otras comunidades gobernadas por el PP, ha aprobado su propia ley de "apoyo a la embarazada" que choca frontalmente con la del aborto.

FOTOS DE LA EXPOSICION


Haz clic en la nariz y te enlaza a las fotos
Pincio

INCIPIT 249. NECROPOLIS / BORIS PAHOR


Es domingo por la tarde y la cinta de asfalto que, pulida y sinuosa, sube cada vez más arriba de las montañas, no es tan solitaria como me hubiera gustado. Algunos coches me adelantan, otros vuelven a Schirmek, en el valle, de manera que el tráfico de turistas rompe mi recogimiento, banalizando lo que había esperado encontrar. Sé que también yo con mi vehículo formo parte de esta procesión motorizada, pero aun así pienso que, por mi antigua vinculación con este lugar, si hubiese llegado solo, mi presencia no habría cambiado la imagen onírica que ha permanecido, intacta, en la sombra de mi conciencia desde el final de la guerra. Noto que dentro de mí ha despertado una especie de rebelión incomprensible, una rebelión contra el hecho de que este lugar montañoso que forma parte de nuestro mundo interior ahora esté abierto y desnudo. Y a esta rebelión se unen también los celos: no sólo porque los ojos ajenos de los turistas se paseen por el ambiente que fue testigo de nuestra anónima cautividad, sino también porque sus miradas (y de eso estoy completamente seguro) nunca podrán penetrar en el abismo del mal con que fue castigada nuestra fe en la dignidad humana y en la libertad de nuestras deci-

EPISTOLA DE JUAN A FELIX DE AZUA

Del prólogo de Vicente Molina Foix al Teatro completo de Juan Benet
E1 24 de noviembre de 1970, Juan Benet le escribió a Félix de Azúa una carta, que he conocido y puedo citar gracias a la amabilidad del receptor. En ella, el autor de Volverás a Región le anuncia al amigo que ha terminado La otra casa de Mazón, «una novela breve [...] escrita sobre el cañamazo de un drama que empecé en el verano de 1954, en un pequeño pueblo del sur de Suecia, y que terminé tres años más tarde en Ponferrada y donde, por primera vez —y derivado muy directamente de la lectura de Frazer—, quedaba esbozado el tema de Región y del guardián del bosque». Benet detalla a continuación la estructura combinada de capítulos en prosa y escenas dramáticas, prediciendo írónicamente, como era en él característico, la incomprensión del libro y su consideración inevitable como obra intrascendente, «poco más que un divertimento». Ahora bien, Benet se pone serio en ese mismo párrafo al confesarle a Azúa «que la novela ha sido escrita con un propósito literariamente muy ambicioso y con arreglo a un canon doctrinario muy específico, tal como en su día lo fué [sic], por ejemplo, el cuento Nunca llegarás a nada». Y añade: «Allí se trataba de la oposición hombre de ciencia-literato, de la posibilidad de hacer literatura narrativa cuando sólo se conoce muy parcialmente el tema narrado: aquí se trata de la oposición de los dos grandes géneros, astutamente disimulada bajo la separación y oposición de los dos modos de narrar, el narrativo y el dramático».
[…]
La carta acaba con una declaración precisa de intenciones, expresada pocas horas después de haber finalizado Juan Benet La otra casa de Mazón, en la que la parte en prosa sigue una línea de acontecimientos y un registro trágico, mientras que la dialogada al modo teatral se pone bajo la máscara cómica, con esta aspiración: aprovechar subrepticiamente la división en dos modos de escribir a la que todo lector no avisado se conforma y «conciliar en el mismo texto la tragedia y la comedia».

EXPOSICION DE PINCIO EN MACONDO


Os invito a todos y a todas a que visiteis la exposición que he tenido la osadía de isntalar en el café de Macondo, sito en la tan coruñesa calle de San Andrés de Teixido, a donde vai de morto quen non foi de vivo; e tamén din de San Andrés: van dous e volven trés. Alí foi donde por certo Carlos IV proibiu no XVIII que os curas confesasen no campo.
Peligro en el ambiente.
Pincio

INCIPIT 248. VIDAS MINÚSCULAS / PIERRE MICHON"


VIDA DE ANDRÉ DUFOURNEAU
Entremos en la génesis de mis pretensiones.
¿Tengo algún antepasado que fue gallardo capitán, joven alférez insolente o negrero ferozmente taciturno? ¿Al este de Suez algún tío que volvió a la barbarie debajo del casco de corcho, los pies enfundados en jodhpurs y la amargura en los labios, personaje trivial que suelen asumir las ramas menores, los poetas apóstatas, todos los deshonrados llenos de honor, de recelo y de memoria que son la perla negra de los árboles genealógicos? ¿Un antecedente marino o colonial cualquiera?
La provincia de la que hablo no tiene costas, playas ni arrecifes; ni exaltado habitante de Saint-Malo ni altivo marino provenzal oyó en ella la llamada del mar cuando los vientos del oeste la derraman, purgada de sal y llegada de lejos, sobre los castaños. Dos hombres, sin embargo, que conocieron esos castaños, seguramente se protegieron debajo de ellos de algún chubasco, tal vez amaron allí, en todo caso allí soñaron, se fueron bajo árboles muy diferentes a trabajar y a sufrir, a no cumplir su sueño, a amar quizás una vez más, o simplemente a morir. Me han hablado de uno de esos hombres; al otro creo que lo recuerdo.
Un día del verano de 1947, mi madre me lleva en brazos, bajo el gran castaño de Cards, al lugar donde se ve de

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