tag:blogger.com,1999:blog-91826872024-03-19T08:39:29.890+01:00PINCIO25 años sin opinarPedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.comBlogger4657125tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-81726853140239439202024-03-19T08:25:00.001+01:002024-03-19T08:25:21.316+01:00Días de lectura<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyXShyrloz-X08qGd5iDdr5MNFxzXLix_EgayfV5yk_chhk2vwdfosE5WSFXlEkseMCt3ezTFJu1XkfC2XNMqYfP4DZMiqqpYBAKs3oKFobUoraDN52_4DFNNqEx-teIEMbNhM0MN8VVSA67qM-6ZOb__ndKEnJmtzpadpZ48MQn7tUXJBR9X7/s2316/Proust.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2316" data-original-width="1920" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyXShyrloz-X08qGd5iDdr5MNFxzXLix_EgayfV5yk_chhk2vwdfosE5WSFXlEkseMCt3ezTFJu1XkfC2XNMqYfP4DZMiqqpYBAKs3oKFobUoraDN52_4DFNNqEx-teIEMbNhM0MN8VVSA67qM-6ZOb__ndKEnJmtzpadpZ48MQn7tUXJBR9X7/s320/Proust.jpg" width="265" /></a></i></div><i><br />Días de lectura, Marcel Proust, p. 59</i><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Tal vez no haya días más
plenamente vividos en nuestra infancia que aquellos que creímos dejar pasar sin
vivirlos, aquellos que pasamos con uno de nuestros libros preferidos. Todo lo
que al parecer los llenaba para los demás y que nosotros apartábamos como un
obstáculo vulgar ante un placer divino: el juego para el cual venía a buscarnos
un amigo en medio del pasaje más interesante, la abeja o el rayo de sol
molestos que nos hacían levantar los ojos de la página o cambiar de sirio, la merienda
que nos habían obligado a llevarnos y que dejábamos en el banco a nuestro lado,
sin tocarla, mientras encima de nuestra cabeza el sol iba perdiendo fuerza en
el cielo azul, la cena para la cual teníamos que regresar y durante la cual
sólo pensábamos en subir enseguida para terminar el capítulo interrumpido; todo
eso, de lo cual la lectura habría debido impedirnos ver todo lo que no fuese la
inoportunidad, la lectura al contrario lo grababa en nosotros como un recuerdo
tan dulce (mucho más precioso para nosotros ahora que lo que entonces leíamos
con amor) que, si alguna vez hoy volvemos a hojear esos libros de antaño, ya
sólo lo hacemos como si fuesen los únicos almanaques que hemos conservado del
pasado y con la esperanza de ver reflejados en sus páginas estanques y
caserones que han dejado de existir.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-67370888917046365202024-03-17T08:32:00.001+01:002024-03-17T08:32:00.133+01:00INCIPIT 1.454. UNA RED VIVA / DAVID EAGLEMAN<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR-KlHorJNpfdD7ZLM3DOlc8UBmNLiWEmAwHdnYhDEZ5nkU8C52VPw8oGTtVMtt9oEnHIYw2EMjUg0CDr0sCzq-JbPWdt9FrI9I_0FqZvyVYyml7jpA2ECKSSr1lj4UrhmCkLV8CQaoYT0vTkdX7TOsigRRKI4w7V3nwjxQYCbSbSXD1LbRxsd/s2702/9993e2ee47d71d70c628f3a0c85d5cc929c7fdf1.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2702" data-original-width="1774" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR-KlHorJNpfdD7ZLM3DOlc8UBmNLiWEmAwHdnYhDEZ5nkU8C52VPw8oGTtVMtt9oEnHIYw2EMjUg0CDr0sCzq-JbPWdt9FrI9I_0FqZvyVYyml7jpA2ECKSSr1lj4UrhmCkLV8CQaoYT0vTkdX7TOsigRRKI4w7V3nwjxQYCbSbSXD1LbRxsd/s320/9993e2ee47d71d70c628f3a0c85d5cc929c7fdf1.jpeg" width="210" /></a></div><br />1. EL TEJIDO VIVO Y ELÉCTRICO<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Imagine lo siguiente: en lugar de
enviar un vehículo de exploración de doscientos kilos a Marte, mandamos al
planeta una sola esfera que cabe en el extremo de una aguja. La esfera, utilizando
energía de las fuentes que la rodean, se divide en un ejército diversificado de
esferas parecidas. Las esferas se unen entre sí y de ellas comienzan a brotar
diversos accesorios: ruedas, lentes, sensores de temperatura y un completo
sistema de dirección interno. Se quedaría atónito al ver cómo se va formando ese
sistema.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sin embargo, solo hay que ir a
cualquier guardería para encontrarnos con algo parecido. Allí podrá observar a
niños pequeños que lloran y que comenzaron siendo apenas un solo óvulo microscópico
fertilizado; ahora, en cambio, se están desarrollando para convertirse en seres
humanos enormes, repletos de detectores de fotones, apéndices multiarticulados,
sensores de presión, bombas de sangre y una maquinaria para metabolizar la
energía de todo cuanto les rodea.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y ni siquiera es esta la mejor
parte de los humanos: hay algo mucho más sorprendente. Nuestra maquinaria no
está completamente preprogramada, sino que descifra el mundo interactuando con
él. Nos enfrentamos a tareas diversas y sabemos cómo abordarlas.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-87798960244688459302024-03-16T08:28:00.001+01:002024-03-16T08:28:00.126+01:00INCIPIT 1.453. TRES NOVELAS DE EPOCA / ALAN PAULS<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEKOgHIoLDwkNtrT4pWu8Pv_CQIdeUXFFsUZqGGAUmxLPPZtcro95XP1qMSWuBAhbLIhhiD-XmEABX8s1N8QqVEka5FmAUaTT-fdZAt43sGqqk_StwsgaBg6L1Sy-qsCWJ-6s-6EzI1UQiuRH9spG19eQ6Cd0fY0GPlJAEOAVnoabGFJW51A4W/s340/1540-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="340" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEKOgHIoLDwkNtrT4pWu8Pv_CQIdeUXFFsUZqGGAUmxLPPZtcro95XP1qMSWuBAhbLIhhiD-XmEABX8s1N8QqVEka5FmAUaTT-fdZAt43sGqqk_StwsgaBg6L1Sy-qsCWJ-6s-6EzI1UQiuRH9spG19eQ6Cd0fY0GPlJAEOAVnoabGFJW51A4W/s320/1540-1.jpg" width="320" /></a></div><br />A una edad en que los niños se
desesperan por hablar, él puede pasarse horas escuchando. Tiene cuatro años, o
eso le han dicho. Ante el estupor de sus abuelos y su madre, reunidos en el living
de Ortega y Gasset, el departamento de tres ambientes del que su padre, por lo
que él recuerde sin ninguna explicación, desaparece unos ocho meses atrás
llevándose su olor a tabaco, su reloj de bolsillo y su colección de camisas con
monograma de la camisería Castríllón, y al que ahora vuelve casi todos los
sábados por la mañana, sin duda no con la puntualidad que desearía su madre,
para apretar el botón del portero eléctrico y pedir, no importa quién lo
atienda, con ese tono crispado que él más tarde aprende a reconocer como el
sello de fábrica del estado en que queda su relación con las mujeres después de
tener hijos con ellas, ¡que baje de una vez!, él cruza la sala a toda carrera, vestido
con el patético traje de Superman que acaban de regalarle, y con los brazos
extendidos hacia adelante, en una burda simulación de vuelo, pato entablillado,
momia o sonámbulo, atraviesa y hace pedazos el vidrio de la puerta-ventana que
da al balcón. Un segundo después vuelve en sí como de un desmayo. Se descubre
de pie entre macetas, apenas un poco acalorado y temblando. Se mira las manos y
ve como dibujados dos o tres hilitos de sangre que le recorren las palmas.<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-47531587982603348002024-03-12T17:00:00.001+01:002024-03-12T17:00:00.132+01:00NABOKOV<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFjCxPpp7UtBh0Bg-5jSB5Hjopyz4RV7vNztpWNLOZD-e5XGXhUwhKcEAu0NSU68TosI0FnW6XQztWs-LygT7nT-CU24qO9UNpVKJJEDgXu1dIGZHyc8xgEJwAMFBQmY1tyl5O1rK_-3xKqvkzRWwRfoZe2ngpm_KdfS9P87CLSJcU0jadw1q_/s1200/da40523b8c7100a05a4574705d415488.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="963" data-original-width="1200" height="257" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFjCxPpp7UtBh0Bg-5jSB5Hjopyz4RV7vNztpWNLOZD-e5XGXhUwhKcEAu0NSU68TosI0FnW6XQztWs-LygT7nT-CU24qO9UNpVKJJEDgXu1dIGZHyc8xgEJwAMFBQmY1tyl5O1rK_-3xKqvkzRWwRfoZe2ngpm_KdfS9P87CLSJcU0jadw1q_/s320/da40523b8c7100a05a4574705d415488.jpg" width="320" /></a></i></div><i><br />Monstruos, Claire Dederer, p. 160</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Mi yo preadolescente convirtió a
Humbert Humbert y Vladimir Nabokov en una misma persona. Es posible, incluso probable,
que el escritor, que entendía bien la física de la lectura, buscara esa
confusión. Lolita está narrada como unas (ficticias) memorias: Humbert le habla
directamente al lector. Al utilizar esa primera persona -la voz del narrador
confesional- Humbert se convierte en el autor del libro. Nabokov está jugando
con la fórmula «Humbert Humbert, c'est moi».<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Lo que sabemos de la biografía de
un creador afecta al modo en que vemos su obra, pero en este caso lo que
sabemos de la obra afecta al modo en que nos acercamos a la biografía del
autor. ¿Cuál es el diagrama de Venn de los deseos de Humbert y los de Nabokov?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Desde su temprana obra en ruso El
hechicero y hasta su novela póstuma, El original de Laura, Nabokov nos habla de
hombres que tienen relaciones sexuales con chicas muy jóvenes o que intentan
tener relaciones sexuales con chicas muy jóvenes o que intentan (pero sin
ponerle mucho empeño) no tener relaciones sexuales con chicas muy jóvenes. Pero
no hay ninguna <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prueba de que Nabokov
albergara en su corazón deseos pedófilos. Nabokov, sin duda, hubiera sentido un
enorme desprecio por cualquier intento de averiguar lo que había en su corazón.
La idea misma de que el escritor tuviera un corazón cuesta un poco de imaginar.
Esta lectora se pregunta si no tenía quizá novelas en lugar de corazón. En
cualquier caso, Nabokov opinaba que, más que el enfoque biográfico de la vida
de un creador, lo que importaba era el rastro que dejaba en la página: «La
mejor parte de una biografía de escritor no es el registro de sus aventuras,
sino la historia de su estilo».<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-59715137374571240592024-03-11T18:30:00.001+01:002024-03-11T18:30:00.137+01:00SARTRE<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuNJ5mBlRcL86PFel6QKekPx6It37Jxxw_q7jxZJbeRrrI_OZArAvuAaOBk5SyHhviRXe8OVmDUmmeh6h_zV1vmtPvfHA1f9Sn3TJXzHC_DcpyAxA1WObSi3nOxSlAQYPn8EAp_5DYecbkOAv_FvcGoy4RntUutdhfZejRiiKgY9draTyXkSUx/s1024/2-1024x538.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="538" data-original-width="1024" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuNJ5mBlRcL86PFel6QKekPx6It37Jxxw_q7jxZJbeRrrI_OZArAvuAaOBk5SyHhviRXe8OVmDUmmeh6h_zV1vmtPvfHA1f9Sn3TJXzHC_DcpyAxA1WObSi3nOxSlAQYPn8EAp_5DYecbkOAv_FvcGoy4RntUutdhfZejRiiKgY9draTyXkSUx/s320/2-1024x538.png" width="320" /></a></i></div><i><br />Un bárbaro en París, Vargas Llosa, p. 193</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En la exposición de la Biblioteca
Nacional aparece un aspecto de la biografía de Sartre que nunca se ha aclarado
del todo. ¿Fue de veras un resistente contra el ocupante nazi? Perteneció a una
de las muchas organizaciones de intelectuales de la Resistencia, sí, pero es
obvio que esta pertenencia fue mucho más teórica que práctica, pues bajo la
ocupación anduvo muy atareado: fue profesor, reemplazando incluso en un liceo a
un educador expulsado de su puesto por ser judío -el episodio ha sido objeto de
virulentas discusiones en los últimos meses-, y escribió y publicó todos sus
libros y estrenó sus obras, aprobadas por la censura alemana. A diferencia de
resistentes como Camus o Malraux, que se jugaron la vida en los años de la
guerra, no parece que Sartre arriesgara demasiado con su militancia. ¿Tal vez
inconscientemente quiso borrar ese incómodo pasado con las posturas cada vez
más extremistas que adoptó luego de la liberación? No es imposible. Uno de los
temas recurrentes de su filosofía fue el de la mala conciencia, que, según él,
condiciona la vida burguesa, induciendo constantemente a hombres y mujeres de
esta clase social a hacer trampas, a disfrazar su verdadera personalidad bajo
máscaras mentirosas. En el mejor de sus ensayos, San Genet, comediante y
mártir, ilustró con penetrante agudeza este sistema psicológico-moral por el
cual, según él, el burgués se esconde de sí mismo, se niega y reniega todo el
tiempo, huyendo de esa conciencia sucia que lo acusa. Tal vez sea cierto, en su
caso. Tal vez, el temible despotricador de los demócratas, el anarcocomunista
contumaz, el «mao» incandescente, era sólo un desesperado burgués multiplicando
las poses para que nadie recordara la apatía y prudencia que mostró frente a
los nazis cuando las papas quemaban y el compromiso no era una prestidigitación
retórica sino una elección de vida o muerte.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-67536164104156693502024-03-10T08:31:00.001+01:002024-03-10T08:31:00.130+01:00INCIPIT 1.452. BAUMGARTNER / PAUL AUSTER<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi09xM9fWeuG3FjL12yx19i_6MwgBcYfIkfhWRB1hem0TmzEfzrHJsLJhOUlRbqNh54nWsqo1m5DMi6tq08WQIXC65cOx6YMMWzAVvzlbapJobwcEqRWaFc_RbQndOAioyONTkhPofGAo3tmHUBZYSzUgtJHHAWVNcqYm91CfQcsWpBVB8VfIjh/s508/portada_baumgartner_paul-auster_202401251009.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="508" data-original-width="295" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi09xM9fWeuG3FjL12yx19i_6MwgBcYfIkfhWRB1hem0TmzEfzrHJsLJhOUlRbqNh54nWsqo1m5DMi6tq08WQIXC65cOx6YMMWzAVvzlbapJobwcEqRWaFc_RbQndOAioyONTkhPofGAo3tmHUBZYSzUgtJHHAWVNcqYm91CfQcsWpBVB8VfIjh/s320/portada_baumgartner_paul-auster_202401251009.webp" width="186" /></a></div><br /><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Baumgartner está sentado a su
escritorio de la habitación de la planta alta, que, según los casos, denomina estudio,
cogitorium o madriguera. Pluma en mano, va por la mitad de una frase del tercer
capítulo de su monografía sobre los seudónimos de Kierkegaard cuando se da
cuenta de que el libro donde viene la cita que le hace falta para acabarla está
abajo, en el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>salón, donde lo dejó anoche
antes de acostarse. Mientras baja a buscar el libro, se acuerda también de que ha
prometido llamar a su hermana esta mañana, a las diez, y como ya es casi la
hora decide ir a la cocina y hacer la llamada antes de recoger el libro del
salón. Al entrar en la cocina, sin embargo, un olor acre y penetrante lo detiene
bruscamente.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-79168500779299552952024-03-09T08:25:00.001+01:002024-03-09T08:25:00.126+01:00INCIPIT 1.451. CABINET D'AMATEUR / VILA.MATAS<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl0zANJMdIfB20-S9LyyI-n65b2ORPqF59hDu3dDLyyzLO13g2JAVfkFb-o4-iocrXvTHzq9lCC3rvaNAxAOsoaUgG9itRlpA2S_Xkr4gQLVq615P5pKGg68Xc-bHbVW6MIZ50El2pAQuWQtGeOPi8mVJR-dxyI3F1aJCrgundUgyaoVj5kTwE/s1000/413r4Ilvm8L._AC_UF1000,1000_QL80_.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="632" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl0zANJMdIfB20-S9LyyI-n65b2ORPqF59hDu3dDLyyzLO13g2JAVfkFb-o4-iocrXvTHzq9lCC3rvaNAxAOsoaUgG9itRlpA2S_Xkr4gQLVq615P5pKGg68Xc-bHbVW6MIZ50El2pAQuWQtGeOPi8mVJR-dxyI3F1aJCrgundUgyaoVj5kTwE/s320/413r4Ilvm8L._AC_UF1000,1000_QL80_.jpg" width="202" /></a></div><br />Cabinet d’amateur,<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">una novela oblicua<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Enrique Vila-Matas<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">De los museos -que tantas veces
atravieso corriendo como en Bande a part, de Godard- lo que más me interesó
siempre fueron los retratos pintados. Hay en ellos una escenificación mínima,
muy codificada, en la que al pintor le queda muy poco margen, y aún así, si hay
un gran artista al otro lado, una y otra vez consigue que se produzca en el
cuadro ese gran milagro de la presencia real. Es, sin ir más lejos lo que
sucede, por ejemplo, con los espectrales retratos de Manet.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A veces, esa presencia real no se
asoma al mundo desde una pintura, ni desde la vida corriente, y nos encontramos
entonces con "apariciones fantasmales", de las que sabe mucho
Dominique Gonzalez-Foerster, que en las dos últimas décadas ha trabajado con
pasión en ellas, encarnándolas en los más diversos escenarios.DGF (Dominique
Gonzalez-Foerster) ha sido Fitzcarraldo, Lola Montez, Edgar Allan Poe, Marlene
Dietrich, Franz Kafka ... No descarto que su gusto por esas "súbitas"
apariciones provenga de la instalación que en 2001 tituló Petite. En esa obra,
una niña, en un cuarto acristalado, veía cómo aparecía y desaparecía en la
pared una figura que invadía y transformaba el espacio. DGF cuenta que, cuando
tenía la edad de la niña de Pe tite, pasaba mucho tiempo entre el espacio
construido y el espacio pensado o imaginado. Le pregunté hace poco cómo veía
Petite ahora y me dijo que en la actualidad esa obra no tenía únicamente el
significado de un regreso a aquel estado infantil, Sino que era también la
rememoración de aquella pionera primera "aparición'' suya, que había
tenido lugar en Yokohama, en Japón, en un país con tantos fantasmas y tantos espacios
cerrados, todos siempre muy inspiradores.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-87247513148476588872024-03-08T17:30:00.001+01:002024-03-08T17:30:00.130+01:00DE SASTRE<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_zfduQ592cgZZ_hbS99ORMoPgFHDpNPIpNOk1osAZzDa1GYclRIwTHiM9xc6Uj-dbKNZpEBhQGkE4IeA_GI0FBUfwGs9uNWY8Mk6nAROU0xK4r6Aa5wrYIFx96wU43nIe348wcLZOMseAjkC_QHi55yYL8Il13M5wHN_LJe1MaVlPBBAQM9o5/s500/sartre-8.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="334" data-original-width="500" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_zfduQ592cgZZ_hbS99ORMoPgFHDpNPIpNOk1osAZzDa1GYclRIwTHiM9xc6Uj-dbKNZpEBhQGkE4IeA_GI0FBUfwGs9uNWY8Mk6nAROU0xK4r6Aa5wrYIFx96wU43nIe348wcLZOMseAjkC_QHi55yYL8Il13M5wHN_LJe1MaVlPBBAQM9o5/s320/sartre-8.webp" width="320" /></a></i></div><i><br />Un bárbaro en Paris, Mario Vargas LLosa, p.149</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Decía que frente a un niño que se
muere de hambre La náusea no sirve de nada, no vale nada. ¿Significaba esto que
escribir novelas o poemas era algo inútil, o, peor, inmoral, mientras hubiera
injusticias sociales? Al parecer sí, pues en el mismo reportaje aconsejaba a los
escritores de los nuevos países africanos que renunciaran a escribir por el
momento y se dedicaran más bien a la enseñanza y otras tareas más urgentes, a fin
de construir un país donde más tarde fuera posible la literatura.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Recuerdo haber pensado,
repensado, vuelto a pensar en ese reportaje, con la deprimente sensación de
haber sido traicionado. Quien nos había enseñado que la literatura era algo tan
importante que no se podía jugar con ella, que los libros eran actos que modificaban
la vida, súbitamente nos decía que no era así, que, a fin de cuentas, no servía
de gran cosa frente a los problemas serios; se trataba de un lujo que se podían
permitir los países prósperos y justos, pero no los pobres e injustos, como el
mío. Para esa época ya no había argumento capaz de librarme de la literatura, de
modo que el reportaje sirvió más bien para librarme de Sartre: se rompió el hechizo,
ese vínculo irracional que une al mandarín con sus secuaces. Me acuerdo muy
bien de la consternación que significó darme cuenta de que el hombre más
inteligente del mundo podía también -aunque fuese en un momento de desánimo-
decir tonterías. Y, en cierta forma, era refrescante, después de tantos años de
respetuoso acatamiento, polemizar mentalmente con él y desbaratarlo a
preguntas. ¿A partir de qué coeficiente de proteínas per cápita en un país era
ya ético escribir novelas? ¿Qué índices debían alcanzar la renta nacional, la
escolaridad, la mortalidad, la salubridad, para que no fuera inmoral pintar un
cuadro, componer una cantata o tallar una escultura? ¿Qué quehaceres humanos
resisten la comparación con los niños muertos más airosamente que las novelas?
¿La astrología? ¿La arquitectura? ¿Vale más el palacio de Versalles que un niño
muerto? ¿Cuántos niños muertos equivalen a la teoría de los quanta?<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-2197542772243455062024-03-07T16:30:00.001+01:002024-03-07T16:30:00.129+01:00PAUL AUSTER<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxBbV4aBwAPKhSzSfn6Wleu7hj7rcsHi8b-yohtPcO0xZNfMKA0r5mGpCwcDcKTmqvicyiUHmzhxUfsUTKixyuDSx8tzymziHWaC4MsxvGUSYWSWC_SwevmGVdfxb5JGSAsI6w4UqDoxduI-cSHQ28Hz6DTrplwmSC20eriTm4wv7_ZhqMEeAE/s2399/GettyImages-819331720.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1799" data-original-width="2399" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxBbV4aBwAPKhSzSfn6Wleu7hj7rcsHi8b-yohtPcO0xZNfMKA0r5mGpCwcDcKTmqvicyiUHmzhxUfsUTKixyuDSx8tzymziHWaC4MsxvGUSYWSWC_SwevmGVdfxb5JGSAsI6w4UqDoxduI-cSHQ28Hz6DTrplwmSC20eriTm4wv7_ZhqMEeAE/s320/GettyImages-819331720.webp" width="320" /></a></i></div><i><br />Baumgartner, Paul Auster, p. 144</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Nada que hacer, piensa, nada en
absoluto. La pérdida de memoria a corto plazo forma inevitablemente parte de
hacerse viejo, y si no es olvidarse de subirse la cremallera, es ir a registrar
la casa en busca de las gafas de lectura mientras las llevas en la mano, o
bajar a realizar dos pequeñas tareas, coger un libro del salón y servirse un
vaso de zumo en la cocina para luego volver a la planta de arriba con el zumo
pero no con el libro, o si no con nada, porque una tercera cosa te ha distraído
en la planta baja y has vuelto arriba con las manos vacías y habiendo olvidado
para qué bajaste en un principio. No es que no le pasaran esas cosas cuando era
joven, o que no olvidara el nombre de esa actriz, de aquel escritor o del
secretario de Comercio, pero cuanto más viejo te haces, con mayor frecuencia te
ocurren esas cosas, y si empiezan a suceder tan a menudo que ya apenas sabes
dónde estás y no puedes realizar un seguimiento de tus últimos pasos, estás
acabado, aún vivo, pero acabado. Antes lo llamaban senectud. Ahora, demencia
senil, pero de un modo u otro, Baumgartner es consciente de que si al final
acaba así, aún le queda bastante camino por recorrer.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-39971851076188847582024-03-06T17:30:00.002+01:002024-03-06T17:30:00.129+01:00FRANKIE BOYLE<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><i> </i></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPnyXhWPm9sFfk_aFedOCjyJqM-2y74ifgmrGqZX03MrLW_oj-GaYvMsIchCJfpZ7_38bvnPcjU_IhlH6JaONh07ssrMw9UZnLfsUCt96gdVVIcWgxMr1R6fjy3kZC3OmA1x000Rw_0HWgP0q8-82yhRor8ktYaZ7Trv4nkXbC5_SnJIoYCua4/s1024/GettyImages-800880891.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="690" data-original-width="1024" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPnyXhWPm9sFfk_aFedOCjyJqM-2y74ifgmrGqZX03MrLW_oj-GaYvMsIchCJfpZ7_38bvnPcjU_IhlH6JaONh07ssrMw9UZnLfsUCt96gdVVIcWgxMr1R6fjy3kZC3OmA1x000Rw_0HWgP0q8-82yhRor8ktYaZ7Trv4nkXbC5_SnJIoYCua4/s320/GettyImages-800880891.webp" width="320" /></a></i></div><i><br />Baumgartner, Paul Auster, p. 60</i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Frankie Boyle nunca llegó a las
selvas de Vietnam. Cinco semanas después de alistarse sufrió un accidente durante
un ejercicio de instrucción básica en Fort Dix cuando un lanzacohetes falló y
le estalló en las manos. La explosión lo hizo pedazos, convirtiéndolo en una
masa de fragmentos que salieron disparados y se esparcieron por el aire en
todas direcciones antes de caer de nuevo a tierra. Cuando llegó la ambulancia en
busca de los trozos dispersos, estuvieron más de dos horas sobre el terreno
recogiendo restos de dedos de manos y pies, de brazos y piernas, junto con
numerosas porciones de carne achicharrada y huesos rotos sin identificar, pero
con el sol empezando a ponerse hacia el horizonte y la proximidad de la noche,
dieron la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>búsqueda por terminada. Pese a
tales esfuerzos, el día que lo enterraron quedaba tan poco de Frankie Boyle que
el contenido de su ataúd pesaba veintisiete kilos y medio.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-27156922880734361042024-03-05T18:00:00.001+01:002024-03-05T18:00:00.133+01:00PALESTINA E ISRAEL<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpyxACI-qqTejkxlB4MghAzpPL9SMJVv2ZK94BAAvW3Es1ztkNX_C_w4oEdpf1XQVsNuNGst09YFThmodvfDHI5AILBFLDfzmwXzoqSiin85cixXZxhvFmWRr5VIjyHwkZHEYyIke07dZ26YaMLMRIGx0spZ2VuZp-KCyUiwMjfBPx5hrXm3-p/s2195/UN_Partition_Plan_For_Palestine_1947-es.svg.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2195" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpyxACI-qqTejkxlB4MghAzpPL9SMJVv2ZK94BAAvW3Es1ztkNX_C_w4oEdpf1XQVsNuNGst09YFThmodvfDHI5AILBFLDfzmwXzoqSiin85cixXZxhvFmWRr5VIjyHwkZHEYyIke07dZ26YaMLMRIGx0spZ2VuZp-KCyUiwMjfBPx5hrXm3-p/s320/UN_Partition_Plan_For_Palestine_1947-es.svg.png" width="175" /></a></i></div><i><br />Un bárbaro en París., Vargas Llosa, p. 148</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Será difícil, para los que
conozcan a Sartre sólo a través de sus libros, saber hasta qué punto las cosas que
dijo, o dejó de decir, o se pensó que podía haber dicho, repercutían en miles
de miles de personas y se tornaban, en ellas, formas de comportamiento,
«elección » vital. Pienso en mi amigo Michael, que ayunó y salió semidesnudo al
invierno de París hasta volverse tuberculoso para no ir a pelear en la «sucia
guerra» de Argelia, y en mi buhardilla atiborrada de propaganda del FLN
argelino que escondí allí porque «había que comprometerse».<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Por Sartre nos tapamos los oídos
para no escuchar, en su debido momento, la lección política de Camus, pero, en
cambio, gracias a Sartre y a Les Temps Modernes nos abrimos camino a través de
la complejidad del caso palestino-israelí que nos resultaba desgarrador. ¿Quién
tenía la razón? ¿Era Israel, como sostenía buena parte de la izquierda, una
simple hechura artificial del imperialismo? ¿Había que creer que las
injusticias cometidas por Israel contra los palestinos eran moralmente
idénticas a las cometidas por los nazis contra los judíos? Sartre nos salvó del
esquematismo y la visión unilateral. Es uno de los problemas en que su posición
fue siempre consistente, lúcida, valerosa, esclarecedora. Él entendió que podía
haber dos posiciones igualmente justas y sin embargo contradictorias, que tanto
palestinos como israelíes fundaban legítimamente su derecho a tener una patria
y que, por lo tanto, había que defender la tesis -que parecía entonces
imposible, pero que ahora, gracias a Egipto, ya no lo parece tanto- de que el
problema sólo se resolvería cuando Israel consintiera en la creación de un
Estado palestino y los palestinos, por su parte, reconocieran la existencia de Israel.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-40442421950374083572024-03-05T08:23:00.002+01:002024-03-05T08:23:10.403+01:00DE LA LECTURA<i><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiofYAkU-kosP41kUY1xERDN5l6ynYWOkapEnTk2FWxS1CXZ9J835Gz5qHCmM1Tpby7rDTNXpX3DtmDquh3oUHCGIZJvX12SDDQLA46hdxQol-u4O-vRKDQEkgsM09rqlBMuepxVyLlNvb7LzNQa6nZkq4Zjqv9AB44_DPQnv8r061rRrvLl1l2/s1563/Los_hermanos_Karamazov-618056633-large.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="984" data-original-width="1563" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiofYAkU-kosP41kUY1xERDN5l6ynYWOkapEnTk2FWxS1CXZ9J835Gz5qHCmM1Tpby7rDTNXpX3DtmDquh3oUHCGIZJvX12SDDQLA46hdxQol-u4O-vRKDQEkgsM09rqlBMuepxVyLlNvb7LzNQa6nZkq4Zjqv9AB44_DPQnv8r061rRrvLl1l2/s320/Los_hermanos_Karamazov-618056633-large.jpg" width="320" /></a></div><br />Los últimos días de Roger Federer, Geoff Dyer, p. 92</i><div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">dejar la lectura de algunos libros.
He renunciado más de una vez a El hombre sin atributos, Proust (un volumen de
siete, dos veces), Los hermanos Karamazov (lo acabo de comprobar: entre las
páginas 80 y 81 encontré la cuenta de un restaurante de Bolonia de 2012; pensaba
que había avanzado más, en alguna fecha posterior), Los embajadores ( cada vez
poseído por la convicción, a la vez borrosa e insistente, de que mis gafas de
leer estaban cambiando de graduación a mitad de frase), y casi todo Faulkner.
Me parece que leí Luz de agosto cuando tenía veinte años (las anotaciones lo
demuestran), pero desistí de releerlo después de cincuenta páginas cuando tenía
sesenta. El ruido y la furia fue un juego de niños: tres páginas bastaron para
convencerme de que nunca lo lograría. Creo a la gente que dice que El ruido y
la furia se vuelve genial cuando llegas a la segunda parte o, idealmente,
cuando lo lees entero por segunda vez; lo que rara vez escuchas es cómo pasar
de la primera parte por primera vez. Ojalá hubiera leído El hombre sin
atributos y todo Dostoievski cuando tenía poco más de veinte años. Es extraño que
resulte más fácil leer libros difíciles cuando uno sabía menos sobre libros y
lectura. Y qué curioso el estatus de Dostoievski: uno de los más grandes, todo
el mundo está de acuerdo, pero el mejor momento para leerlo parece ser cuando estás
al final de la adolescencia, mientras tu gusto está en proceso de formación ...
gracias a la experiencia de leer a escritores corno Dostoievski. (Hablarnos de
crecer gracias a ciertos escritores y libros -El guardián entre el centeno o
Trampa 22-, pero tal vez registren, corno las marcas de nuestra estatura en el
marco de la puerta donde vivíamos de pequeños, cuánto nos han ayudado a crecer
más allá de nosotros mismos). <o:p></o:p></p><i><o:p></o:p></i><p></p><div><i><br /></i></div></div>Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-32589511847786413532024-03-03T08:33:00.001+01:002024-03-03T08:33:00.126+01:00INCIPIT 1.450. EL DIA DE LA LIBERACION / GEORGE SAUNDERS<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg48Do2_vng77pdbQmr2TCZQk-jil4K1WHsaGXNTcVE0Fgu1qdVAoFf50uBP3Kzdi6P0rxK2clJAP4sDEpCf3TaDd8QXWtIm4_sK810g_H_5i6I2uwhjId8zV3qo_BKriNJreVCVIV3yak-1YISnyEJ4PjsoLBOLkTJ9PzQNNxj_F4iaIrwihCP/s3419/portada_el-dia-de-la-liberacion_javier-calvo-perales_202401111522.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3419" data-original-width="2000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg48Do2_vng77pdbQmr2TCZQk-jil4K1WHsaGXNTcVE0Fgu1qdVAoFf50uBP3Kzdi6P0rxK2clJAP4sDEpCf3TaDd8QXWtIm4_sK810g_H_5i6I2uwhjId8zV3qo_BKriNJreVCVIV3yak-1YISnyEJ4PjsoLBOLkTJ9PzQNNxj_F4iaIrwihCP/s320/portada_el-dia-de-la-liberacion_javier-calvo-perales_202401111522.jpg" width="187" /></a></div><br />Es el tercer día del Ínterin.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Para nosotros, un Ínterin de lo
más largo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y nos pasamos el día
preguntándonos: ¿Cuándo volverá el señor U. a la Consola? ¿Están contentos los Untermeyer
(el señor U., la señora U. y el hijo adulto Mike)? En caso de que sí, ¿por qué?
Y en caso de que no, ¿por qué no? ¿Cuándo será la próxima vez que nos pedirán
que Hablemos? ¿De qué y en qué tono? <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Nos lo preguntamos con avidez.
Aunque no en voz alta. Porque puede haber una Penalización. Te pueden
Desamarrar ante las miradas inquietas de los demás y llevarte a una Zona de
Penalización. ( Que aquí, en casa de los Untermeyer, es un cobertizo situado en
el jardín.) La Penalización te la pasas sentado a oscuras entre palas. Puedes
hablar. Pero no puedes Hablar. ¿Cómo ibas a poder? Para disfrutar de la euforia
especial del Hablar, hay que estar Amarrado. Al Muro de Hablar.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-78546874643073325142024-03-02T08:31:00.001+01:002024-03-02T08:31:00.259+01:00INCIPIT 1.449. REPUBLICA LUMINOSA / ANDRES BARBA<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1EUK76BaWPxLu1Q7KX8yutOyfBNpKZ_X8TPqVj9mk4lmHXrkaE2wpyKChZISf1uf_UkFEwDpEGF9e76rDEMRnZHyw9L4aJxybp0rJMq_56YMiVMZ77s-gSNvu5FOSimD9tNTVlNzf3Tux1AkvexUjJ_m2JkicTFv8QlN31YOSz31iKQuJNXkR/s2598/197b106c194b79b0ff9ffc448006c39a6403d6b8.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2598" data-original-width="1654" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1EUK76BaWPxLu1Q7KX8yutOyfBNpKZ_X8TPqVj9mk4lmHXrkaE2wpyKChZISf1uf_UkFEwDpEGF9e76rDEMRnZHyw9L4aJxybp0rJMq_56YMiVMZ77s-gSNvu5FOSimD9tNTVlNzf3Tux1AkvexUjJ_m2JkicTFv8QlN31YOSz31iKQuJNXkR/s320/197b106c194b79b0ff9ffc448006c39a6403d6b8.jpeg" width="204" /></a></div><br />Cuando me preguntan por los 32
niños que perdieron la vida en San Cristóbal mi respuesta varía según la edad
de mi interlocutor. Si tiene la mía respondo que comprender no es más que
recomponer lo que solo hemos visto fragmentariamente, si es más joven le
pregunto si cree o no en los malos presagios. Casi siempre me contestan que no,
como si creer en ellos supusiera tenerle poco aprecio a la libertad. Yo no hago
más preguntas y les cuento entonces mi versión de los hechos, porque es lo
único que tengo y porque sería inútil convencerlos de que no se trata tanto de
que aprecien la libertad como de que no crean tan ingenuamente en la justicia.
Si yo fuese un poco más enérgico o un poco menos cobarde, comenzaría mi
historia siempre con la misma frase: Casi todo el mundo tiene lo que se merece
y los malos presagios existen. Vaya que si existen. <o:p></o:p><p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-79322221879093829772024-03-01T18:00:00.000+01:002024-03-01T18:00:00.136+01:00JAMESIANA<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtJd39QCGcd8J49NPkAPIP_wNmjxuW7_ArGkuwm1haSa_xEw44hDKgEXHDJ9AB_YrvBT31Lz-6Lzvnbe6M5QJGeQBP1BGYX33dX5spBMOStNmreYA3jGVas1fcUXn2ek5oRmMepMRmqjBvXpLp4lrf4_rHFEIsMoK5D3_hhJf8Yzt9lGmR068a/s3001/Henry_James_by_John_Singer_Sargent_cleaned.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3001" data-original-width="2400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtJd39QCGcd8J49NPkAPIP_wNmjxuW7_ArGkuwm1haSa_xEw44hDKgEXHDJ9AB_YrvBT31Lz-6Lzvnbe6M5QJGeQBP1BGYX33dX5spBMOStNmreYA3jGVas1fcUXn2ek5oRmMepMRmqjBvXpLp4lrf4_rHFEIsMoK5D3_hhJf8Yzt9lGmR068a/s320/Henry_James_by_John_Singer_Sargent_cleaned.jpg" width="256" /></a></i></div><i><br />Los
últimos días de Roger Federer, Geoff Dyer, p. 168<o:p></o:p></i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La relación entre renunciar y
continuar existe en todas las permutaciones y excepciones concebibles. Así como
El periodista deportivo se centra en un escritor que renunció después de un
libro, Henry James, en su relato «Los años intermedios», publicado por primera
vez en 1893 y recopilado dos años después en Terminaciones, trata de un
escritor que, como sugiere el título, está acabado a mitad de su carrera.
Dencombe ha recibido una copia de su libro «más reciente», quizá el último, Los
años intermedios. Durante varios años ha sido consciente «del reflujo del
tiempo, de la reducción de oportunidades; y ahora no sentía tanto que su última
oportunidad se estaba acabando como que realmente ya no existía. Había hecho todo
lo que tenía que hacer y, sin embargo, no había hecho lo que quería». Después
de desenvolver el libro, comienza a leer y gradualmente se «apaciguó y se
tranquilizó. Todo le volvió a la memoria, pero le volvió en medio del asombro, le
volvió, sobre todo, con una belleza elevada y magnífica. Leía su propia prosa,
giraba sus propias hojas y, mientras estaba allí sentado con el sol primaveral sobre
la página, sentía una emoción peculiar e intensa. Su carrera había terminado,
sin duda, pero había terminado, después de todo, con aquello». Este sentimiento
de satisfacción y plenitud pronto da paso a algo más, «el atisbo de un posible
indulto», la sensación de que tal vez aún no está del todo acabado. Y no solo
eso. Quizá es solo ahora cuando ha llegado a la verdadera posesión de su talento.
Lo que necesita es una extensión y así, mientras pasa las últimas páginas,
suspira: «¡Ah, por tener otra oportunidad!». <o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-65136816684590439932024-02-29T16:00:00.001+01:002024-02-29T16:00:00.136+01:00Enrique Vila-Matas Bartleby<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="line-height: 107%;"></span></i></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 13.5pt; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF3TfxUJwItyj2lhYIHK0uQF4f77Z11ye7W04_7rvyjmZn8VpSXvAMB0Uc4fSJXWjSRLQfsHOBPAvNV9wByiJvggsSyIoU85qwXifl4m3dIU9o-84_Jv0tvGCmXxddiN9UG2zRYQcJH2QwGO8LUxq5rk9XFoWTpPvWBgKhVAw9vFGRRLd0hym8/s678/Captura-de-pantalla-2016-10-06-a-las-4.25.11-p.m.-678x381.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="381" data-original-width="678" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF3TfxUJwItyj2lhYIHK0uQF4f77Z11ye7W04_7rvyjmZn8VpSXvAMB0Uc4fSJXWjSRLQfsHOBPAvNV9wByiJvggsSyIoU85qwXifl4m3dIU9o-84_Jv0tvGCmXxddiN9UG2zRYQcJH2QwGO8LUxq5rk9XFoWTpPvWBgKhVAw9vFGRRLd0hym8/s320/Captura-de-pantalla-2016-10-06-a-las-4.25.11-p.m.-678x381.png" width="320" /></a></i></div><i><br />Los últimos días de Roger Federer, Geoff
Dyer, p. 160<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">De joven, el narrador del libro
de Enrique Vila-Matas Bartleby y compaía publicó una novela corta, pero durante
los últimos veinticinco años no ha escrito nada. Eso cambia cuando comienza un
«diario que también va a ser un libro de notas a pie de página comentando un
texto invisible». Inspirándose en el escribiente de Melville, quien respondía a
todas las peticiones con «Preferiría no hacerlo», se embarca en un estudio
ensayístico de escritores como Rimbaud o Robert Walser que, por la razón que
sea, dejaron de escribir. Y así, «después de veinticinco años de silencio»,
comienza a escribir de nuevo «sobre los diferentes secretos últimos de algunos
de los más llamativos casos de creadores que renunciaron a la escritura». El
anticanon resultante es amplio, sus implicaciones preocupantes, como la
pregunta «por qué no escribo, inevitablemente desemboca en otra interrogación
mucho más azorante: ¿por qué escribí?». A pesar de todo el juego del libro, el
riesgo para el prolífico Vila-Matas es alto. «Escribí Bartleby y compañía
porque sentía una fuerte pulsión negativa y quería abandonar la literatura
-dijo en una entrevista-. Esto fue paradójico, porque al ocuparme de los que
habían dejado de escribir, fui capaz de seguir escribiendo».<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-46240464062117642652024-02-28T18:30:00.001+01:002024-02-28T18:30:00.132+01:00VEJEZ<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_29LDV4ZQwHHhpvScAXnsgLSxlGbIsDI6-MguWNIwY1YQQfUsQtEbfLva6Lx2Urx2F39c_skAalSnjY0uxeRKDmTsTBgtetHBq9hugMa7qlBtcnLKeZK8QLIvlqNkDf4XJBW71sG9GxT1zGGVcVlCLHEBW-400UW6Apq2tQOqt3Db94QjKkpF/s1200/2d415275-b3d7-4253-ab09-eddbb9aa91e9_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_29LDV4ZQwHHhpvScAXnsgLSxlGbIsDI6-MguWNIwY1YQQfUsQtEbfLva6Lx2Urx2F39c_skAalSnjY0uxeRKDmTsTBgtetHBq9hugMa7qlBtcnLKeZK8QLIvlqNkDf4XJBW71sG9GxT1zGGVcVlCLHEBW-400UW6Apq2tQOqt3Db94QjKkpF/s320/2d415275-b3d7-4253-ab09-eddbb9aa91e9_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="320" /></a></i></div><i><br />Los úlitmos días de Roger Federer, Geoff Dyer, p. 160</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Una cosa es verme desplazado
hacia los márgenes del mercado sexual, pero sentir que he quedado
permanentemente excluido es una perspectiva terrible. Lo único peor es haberte
autoexpulsado de ese mercado con el argumento de que, dado que nadie en su sano
juicio podría sentirse atraído por ti, lo mejor para todos los implicados es
que dejes de tener cualquier contacto sexual con el mundo, cualquier identidad
sexual. Pero incluso si se evita este escenario del peor de los casos, hay
muchos otros escenarios que se deben evitar, algunos de los cuales son incluso
peores. ¿No es mejor optar por la jubilación anticipada que arriesgarse a que
se te aplique el temible epíteto de «asqueroso»? «Asqueroso» es como el tinte
utilizado para evitar que la gente vote dos veces en las elecciones, o para
hacer inservibles los billetes de banco robados. Solo con que te llamen
asqueroso una vez, ya te comportas como un tipo asqueroso. Así que tienes que
vigilarte. Pero aquí está el tema. Un interludio de autorreflexión (¿me porto
como un asqueroso?) es suficiente para arrojar una sombra de asquerosidad sobre
todo lo que haces y dices. Ahí estás por la mañana siendo encantador y
divertido, ni siquiera flirteando, con la atractiva mujer de poco más de treinta
años que despacha en la panadería, y por la tarde eres un asqueroso. ¿Por qué?
Debido a esa ligera vacilación, a ese interrogante - «No me he portado como un
asqueroso, ¿verdad? »- que sentiste de vuelta a casa, mientras agarrabas la baguette
aún caliente. La preocupación por evitar una posible asquerosidad puede
volverte asqueroso. ¿Como sucedió esto? Como todo lo demás, es algo que se
acerca sigilosamente.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-88227843144528618992024-02-27T16:00:00.001+01:002024-02-27T16:00:00.140+01:00NIETZSCHE<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxrjdzZEsFm4krksbONvQc5MQ4ZWw-0lPdNRW5X95VKMoI2yFn9KTGWriCnkJ0jEf5RgC8ZppMSuuBxKF2YzoKaXnPK7tX5kEhq0IEeb9gkg3be3PPrkJaYFmC0cXMNpj5NAMqhEESUgJQzjrKmOU_Ig5QwONJZD4gi3tiDf9RRkHjZnZJoug8/s900/332936_900.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="702" data-original-width="900" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxrjdzZEsFm4krksbONvQc5MQ4ZWw-0lPdNRW5X95VKMoI2yFn9KTGWriCnkJ0jEf5RgC8ZppMSuuBxKF2YzoKaXnPK7tX5kEhq0IEeb9gkg3be3PPrkJaYFmC0cXMNpj5NAMqhEESUgJQzjrKmOU_Ig5QwONJZD4gi3tiDf9RRkHjZnZJoug8/s320/332936_900.jpg" width="320" /></a></i></div><i><br />Los últimos días de Roger Federer, Geodd Dyer, p 73</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">«La gran suerte de Nietzsche»,
según Cioran, fue «haber terminado como terminó: ¡en un estado de euforia!».
Cioran, que terminó vaciado por la demencia, no se refiere al final de la vida
real de Nietzsche, el 25 de agosto de 1900, después de más de una década siendo
cuidado por su madre, primero, y luego conservado como una efigie indefensa por
su hermana. Elisabeth asumió el control no solo del cuerpo de su hermano, sino,
trágicamente, de su obra, supervisando la transformación de un escritor que
había escrito que «el maldito antisemitismo» había sido «la razón de la ruptura
radical entre mi hermana y yo» -y cuyas palabras finales, semicoherentes, incuían
la afirmación de que estaba «haciendo fusilar a todos los antisemitas»- en
alguien indeleblemente asociado con Hlitler y el nazismo. «Desafortunado en
vida -escribe Richard Wolin en La seducción de la sinrazón-, Nietzsche fue, en
muchos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sentidos, aún más desafortunado
después de muerto».<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los visitantes de la Villa
Silberblick, en Weimar, que se convirtió en el hogar del filósofo incapacitado,
de su hermana y del archivo que ella controlaba, escuchaban aullidos provenientes
de la habitación donde Nietzsche yacía, en el piso de arriba, chillidos que
sonaban como expresiones de agonía psíquica pero que no contenían ningún
significado más allá del hecho biológico de que estaba vivo y era capaz de
producirlos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin ningún recuerdo
atormentador ni residuo de extinguida intuición ni lucidez destruida.
Peregrinos eminentes o especialmente devotos subían a verlo, incorporado o
acostado con una túnica de lino blanco, que lo hacía parecer un gurú», pero
también, para nosotros, parecía él mismo, ya que fue en esta etapa cuando Hans
Olde esbozó sus icónicos retratos.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-50395064614314663642024-02-26T17:00:00.001+01:002024-02-26T17:00:00.138+01:00El Sur de Faulkner<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisXIfAMt998WWS2nqEUHQyOA6TLFssDjLTVbWelzOapDx28KEqAillkYeFbQ02-jWyh8MxpnnWL9NOPlr5mMVq9Hv5nkJVhZ55P3WrdFJY8KnC8Z3xasPEFlGTJi1RZbWEwqvom3Bmjte_zeZEq8ijfKy_uX2695lG_EOYbYcT_JWKqbq-3oYl/s2800/691940992_226172296_1706x2800.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2800" data-original-width="1706" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisXIfAMt998WWS2nqEUHQyOA6TLFssDjLTVbWelzOapDx28KEqAillkYeFbQ02-jWyh8MxpnnWL9NOPlr5mMVq9Hv5nkJVhZ55P3WrdFJY8KnC8Z3xasPEFlGTJi1RZbWEwqvom3Bmjte_zeZEq8ijfKy_uX2695lG_EOYbYcT_JWKqbq-3oYl/s320/691940992_226172296_1706x2800.webp" width="195" /></a></i></div><i><br />Mecanismos internos, JM Coetzee, p. 217</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El Sur de Faulkner es un Sur
blanco acosado por presencias negras. Incluso Luz de agosto, la novela que más claramente
habla sobre la raza y el racismo, no tiene a un hombre negro en su centro, sino
en realidad a un hombre cuyo destino es enfrentarse a o ser enfrentado por la
negrura con10 una interpelación, una acusación desde el exterior de sí mismo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Como historiador del Sur moderno,
el logro perdurable de Faulkner es la trilogía de Snopes (El villorrio, 1940;
La ciudad, 1957; La mansí6n., 1959), donde sigue la conquista del poder
político a cargo de una clase de pobres blancos en ascenso en una revolución
tan silenciosa, implacable y amoral como una invasión de termitas. Su crónica
del ascenso del empresario perteneciente a la clase baja, rural y reaccionaria
de los sureños es al mismo tiempo mordaz, elegíaca y desesperanzada: mordaz
porque detesta lo que ve tanto como se siente fascinado por ello; elegíaca porque
ama ese viejo mundo que va carcomiéndose ante sus ojos; y desesperanzada por
muchas razones, algunas de las cuales son que, primero, el Sur que él ama se
construyó, como él sabe mejor que nadie, sobre los crímenes mellizos del
desposeimiento y la esclavitud; segundo, que los Snopes no son más que otros avatares
de los Falkner, ladrones y violadores de la tierra en su día; y, por lo tanto,
tercero, él, William «Faulkner», no tiene ningún terreno en el que sostenerse
como crítico y juez.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ningún terreno hasta que recae en
las verdades eternas. «El valor y el honor y el orgullo y la piedad y el amor
por la justicia y por la libertad», es la letanía de virtudes recitada en
Desciende, Moisés por McCaslin, que en gran medida es un portavoz del ser
deseado e ideal de Faulkner, un hombre que, después de haber hecho un balance
de su historia y del mundo disminuido y en rápida disminución que lo rodea,
renuncia a su patrimonio, abjura de la paternidad (poniendo fin a la procesión
de generaciones) y se convierte en un simple carpintero.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-51530748014063692642024-02-25T08:30:00.001+01:002024-02-25T08:30:00.136+01:00INCIPIT 1.448. LA INFLACION ALEMANA / JOSEP PLA<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf_y5DM6W4sM29G8owd3G0uLnNRCWBowLpiJ9wSmiNNF7IA1O5ccet10olIp7cadhQA1iSn7n-xxYUi0ubvLRVTAcj-_f9XA34Ff2Y241xqqZf8BTai5_-X0w6flAwBTDqb109sGERP7SslFYpm_3niPGmUe8dyTJYc0Qi1hvYhoPCLNlMKIMP/s941/9788423363940.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="941" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf_y5DM6W4sM29G8owd3G0uLnNRCWBowLpiJ9wSmiNNF7IA1O5ccet10olIp7cadhQA1iSn7n-xxYUi0ubvLRVTAcj-_f9XA34Ff2Y241xqqZf8BTai5_-X0w6flAwBTDqb109sGERP7SslFYpm_3niPGmUe8dyTJYc0Qi1hvYhoPCLNlMKIMP/s320/9788423363940.webp" width="188" /></a></div><br />Más prusificados que nunca<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Berlín, agosto.-Toda la vida de
Alemania se sitúa hoy bajo este hecho: el Gobierno de Cuno, para mantener la
resistencia en la cuenca del Ruhr, ha dado préstamos enormes a los industriales.
Con este dinero, los industriales han pagado el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>jornal a los obreros, y así han asegurado la
resistencia pasiva. Estos préstamos se han hecho a largo plazo, a sesenta, a
noventa días. No obstante, en el transcurso del plazo para devolver los préstamos,
los industriales han hecho que bajara el marco. Ello quiere decir que cuando
llega el momento de liquidar los préstamos, el Estado recibe una cantidad nula.
Y esto es así no porque los empresarios no devuelvan rigurosamente la cantidad
que les ha dejado el Estado, sino porque esa cantidad, en el transcurso del
plazo concedido, ha perdido su valor de adquisición. La cantidad prestada
tenía, hace noventa días, en el momento de firmar el préstamo, un valor de
adquisición, digamos, por ejemplo, de mil, mientras que, en el momento de la
liquidación, a duras penas tiene un valor de diez.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Este es el gran hallazgo de la
industria alemana. Toda la vida de Alemania en la actualidad está influida por
este hecho. Yo pago doscientos marcos al día por mi habitación. El trato lo
hice el lunes pasado, es decir, cuando doscientos mil marcos valían dos
pesetas. Al final de la semana, liquidaré mi cuenta. Pero al final de la semana
se habrá producido un hecho extraordinario. El marco habrá bajado. El sábado,
antes de hacer cuentas con el propietario de mi hotel, para tener doscientos
mil marcos, habrá suficiente con una peseta. De forma que yo habré dormido una
semana entera a mitad de precio.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-73027757591989299872024-02-24T08:28:00.001+01:002024-02-24T08:28:00.126+01:00INCIPIT 1.447. OCHO ENTREVISTAS INVENTADAS / VILA-MATAS<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0GQRMccR5l0fHwMBw2MuAhaVxhcEaB_KE8nyqg4GfSq8wnSe5u1OC7Crj4vxf3-auhJz2ROEykDn_Sv1YkP_Nv6BMxpYyjDTbvepvEpS_Zywyx2NgBU4u2XeRUkODSU4Q-8LQnuu0SoiahbUwNNJXaahlhSGHZjDI-Mic0n_VYf3L_J6Z-y9F/s500/9788412808902-es.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="333" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0GQRMccR5l0fHwMBw2MuAhaVxhcEaB_KE8nyqg4GfSq8wnSe5u1OC7Crj4vxf3-auhJz2ROEykDn_Sv1YkP_Nv6BMxpYyjDTbvepvEpS_Zywyx2NgBU4u2XeRUkODSU4Q-8LQnuu0SoiahbUwNNJXaahlhSGHZjDI-Mic0n_VYf3L_J6Z-y9F/s320/9788412808902-es.jpg" width="213" /></a></div><br />MARLON BRANDO<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">«Sé que puedo terminar asesinado como
los Kennedy o Luther King»<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Marlon Brando ha iniciado su
nueva actividad de «apóstol de la paz». Echando por la ventana,
momentáneamente, más de veinte años de fabulosa carrera, el actor ha decidido
dedicarse en alma y cuerpo a la gran batalla contra la guerra, contra las
injusticias sociales y las discriminaciones raciales que conmueven su país y el
mundo entero. El gesto de Brando, obviamente, ha despertado vivo estupor en los
ambientes artísticos internacionales. Muchos lo han atribuido a su carácter extravagante,
a esa pizca de locura que, según algunos, se esconde desde siempre en su
cerebro. La línea de conducta de Marlon, sin embargo, por lo menos hasta este
momento, se muestra intachable y coherente, desde todos los puntos de vista. <o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-19269062529168780612024-02-23T16:00:00.001+01:002024-02-23T16:00:00.142+01:00H.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTGnNTm8QaNbgQ2SClpVjz_xZ6GKOSvCDmHPCjNn7_ObjR3HZMN-m4dJxKlkJ6z-jhPppqUzfQv-RVHWTf38xfdtGD8836xZKKAUCthY-dJXoUtJpgVDlPiscO4JohNi0K0LZkyX0oHxKJE0PGh8mrBWDMaIejCXXW3femh5HCvPBlPxc6vdSh/s1200/hitler_g_ap_crop1540865219403.jpeg_423682103.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTGnNTm8QaNbgQ2SClpVjz_xZ6GKOSvCDmHPCjNn7_ObjR3HZMN-m4dJxKlkJ6z-jhPppqUzfQv-RVHWTf38xfdtGD8836xZKKAUCthY-dJXoUtJpgVDlPiscO4JohNi0K0LZkyX0oHxKJE0PGh8mrBWDMaIejCXXW3femh5HCvPBlPxc6vdSh/s320/hitler_g_ap_crop1540865219403.jpeg_423682103.webp" width="320" /></a></i></div><i><br />La inflación alemana, Josep Pla, p. 317</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La característica de Hitler es el
impermeable. Es un impermeable vulgar, con cinturón y solapas grandes, pero
parece el patrón del que han salido los impermeables vulgares, con solapas
grandes y cinturón. En la manga del impermeable, Hitler lleva una gran cruz
teutónica. Esta cruz, hoy, en Alemania, es el signo anti judío. Los judíos usan
los dos triángulos superpuestos e invertidos. Los anti judíos usan una cruz con
unas prolongaciones hacia los cuatro lados que le dan la impresión de ser una
cruz con patas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">-La situación política en
Alemania --dice Hitler para empezar- es desde el punto de vista de la dignidad
de nuestro partido, desde el punto de vista de la dignidad de la raza, verdaderamente
intolerable. Nosotros estamos decididos a todo, menos a petrificarnos en este
estado de vergüenza y de abyección. La guerra es preferible, infinitamente
preferible, a la continuación de esta abyecta servidumbre. En todas partes del
mundo han triunfado los hombres de orden, de puño de hierro, los patriotas, los
verdaderos amigos de su país. Aquí estamos aún dominados por una serie de
experimentadores siniestros, vendidos al extranjero, marxistas y judíos. Todo
esto se debe expeler. Sobre todo, tenemos que resolver de una forma general,
con una explosión en los cuatro puntos cardinales del Imperio, el problema
judío. Este problema lo resolveremos con la expulsión en masa. Tenemos un
precedente en lo que hizo España con los judíos. Nosotros, sin embargo,
corregiremos la solución española. No les dejaremos a los judíos la opción de
la conversión o la expulsión, como hizo España. No. Estamos a favor de la
expulsión pura y simple. Para España, el problema judío era un problema religioso:
para nosotros es un problema de raza. Aquí, en Baviera, ya se está expulsando a
los judíos, que no son ciudadanos bávaros. Es un primer paso para la expulsión
general.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-82382303820744123582024-02-22T16:30:00.001+01:002024-02-22T16:30:00.134+01:00NAZISMO<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_k_JWXhyphenhyphen_n088Wldv7i2IGvoYmo4RrecGDTzthdiSZ9M9NGmL6SG3XWm3kh6i6cAKXPoXxvtmon8Lhh7ABnqU6NPpxe-86wxWMBuexv3pRhmEH7g5EopEF_cd2BdxZehyphenhyphennGpBlL3WyBxEQlKgS_tw9ei4_4TvBTQCn9Q6pYWj-0FdUOylZZ6p/s1536/iwm_q_110881.jpg__1536x1536_q85_ALIAS-limit_large_subsampling-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1076" data-original-width="1536" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_k_JWXhyphenhyphen_n088Wldv7i2IGvoYmo4RrecGDTzthdiSZ9M9NGmL6SG3XWm3kh6i6cAKXPoXxvtmon8Lhh7ABnqU6NPpxe-86wxWMBuexv3pRhmEH7g5EopEF_cd2BdxZehyphenhyphennGpBlL3WyBxEQlKgS_tw9ei4_4TvBTQCn9Q6pYWj-0FdUOylZZ6p/s320/iwm_q_110881.jpg__1536x1536_q85_ALIAS-limit_large_subsampling-2.jpg" width="320" /></a></i></div><i><br />La inflación alemana, Josep Pla, p. 248</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ya os podéis imaginar el estado
de ánimo de toda esta pobre gente, la indignación y el pánico se traducen a
menudo en puro y simple saqueo. Y también ustedes podrán figurarse la confusión
que reina en las tiendas. Los precios están a expensas del humor del vendedor.
A veces por comprar una botella de vino del Rin te piden cuarenta céntimos y de
un cuarto de kilo de margarina te cobran cinco pesetas. Todo está patas arriba
porque la gente ha perdido la carta de navegación. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Lo mismo que pasa en las tiendas
ocurre en las casas de cambio. La gente, aterrorizada, invade las casas de los
cambistas. Esta es la batalla diaria de todos los extranjeros que vivimos en
Berlín. Como en esta batalla nos va la comida y la cena, tenemos las ideas muy
claras y hacemos todo lo necesario para llevarlas a cabo. No nos privamos de
nada. No es raro tener que hacer cola una tarde entera para conseguir los
marcos suficientes para ir a cenar, y aún es más usual acabar a puñetazos con
gente de todas las razas. La solidaridad humana, ante un trozo de papel con una
hilera de ceros, se rompe con una facilidad aterradora.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Las calles tienen un aspecto de
anormalidad. La policía no deja llegar al centro de Berlín a las cuadrillas, y
las criaturas hambrientas se cuelan, y es raro el día en que la policía no
tenga que disolver, ante la Casa de la Ciudad de Berlín especialmente, a
manifestantes que gritan: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>«¡Tenemos hambre!
¡Tenemos hambre!». Y esto no es solo cosa de parados. A pesar de la censura en
los periódicos, se sabe que los obreros que tienen empleo han hecho manifestaciones
en el interior de sus fábricas. Las direcciones de las fábricas importantes
están vigiladas militarmente. Camiones llenos de policías armados hasta los
dientes patrullan constantemente las calles. Y, a veces, pasa un camión cargado
de obreros pálidos y endemoniados, esposados, estos pobres obreros alemanes que
llevan sombrero hongo y sobre todo de tela fina.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-54272612036242802782024-02-21T18:30:00.001+01:002024-02-21T18:30:00.141+01:00MONDADIENTES<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpA8voUXD0tKe5ONxE8bn1zyBTN2qAEsPfpObcA9cF2ylaejbDVlWyuL9zTeBUYWRxsy1uMGYRrWso1pRsxeOcFXMIesq2l5DMrpl96YLBLIbz8IMjAuaWS5PyF8UByEVAPmtrJ13hYyMldmra4CctauocGiYvpJbXr9XbyXODhezwsEEdTTAp/s452/palillos-mondadientes-planos-600-.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="452" data-original-width="452" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpA8voUXD0tKe5ONxE8bn1zyBTN2qAEsPfpObcA9cF2ylaejbDVlWyuL9zTeBUYWRxsy1uMGYRrWso1pRsxeOcFXMIesq2l5DMrpl96YLBLIbz8IMjAuaWS5PyF8UByEVAPmtrJ13hYyMldmra4CctauocGiYvpJbXr9XbyXODhezwsEEdTTAp/s320/palillos-mondadientes-planos-600-.jpg" width="320" /></a></i></div><i><br />La inflación alemana, Josep Pla, p. 207</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Un vecino nuestro, entre plato y
plato, tomó un mondadientes y empezó a hacer una operación muy común en
Alemania. Para un inglés limpiarse los dientes con un palillo en público es
algo injustificable. En Barcelona, en cambio, usar un palillo es algo normal y
hay mucha gente que va por la calle con su palillo tras la oreja. Es triste el
espectáculo que dan los restaurantes en Barcelona después de que la gente haya
comido. Los clientes, con el correspondiente palillo en la boca, empiezan a
hacer todo tipo de ruidos, sonidos de succión, principalmente de forma que a
esa hora los restaurantes parecen jaulas de pájaros. En Alemania, se ha
adoptado el sistema ecléctico: es lícito limpiarse los dientes, pero es
obligatorio poner la mano izquierda sobre la boca de forma que esconda las
manipulaciones de la derecha. El conjunto forma un grupo escultórico poco
recomendable. Estábamos en estas, y el vecino de nuestra mesa pidió la cuenta.
El camarero se la dio, el señor pagó y se fue, y otro camarero vino a recoger
los platos. Hasta aquí todo era normal pero, de repente, en un momento determinado
el camarero dejó los platos y salió corriendo como un loco hacia la calle. Hubo
un movimiento de expectación en el restaurante. Al rato, entraron mi vecino de
mesa y el camarero.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">-Perdone -dijo el camarero-.
Usted ha usado tres mondadientes. Valen un millón y medio de marcos ...<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El otro, evidentemente turbado,
pidió perdón. Se sacó un montón de papeles del bolsillo y pagó su deuda.<o:p></o:p></p><br />Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9182687.post-54414474732045035142024-02-21T08:41:00.003+01:002024-02-21T08:47:22.359+01:00LA INFLACION ALEMANA<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5i_4u1ybZB_w0kg9YrT7NGxPQrt8Q0GCxbrLmz8gOLtkVJeaHJfle6M1jQgzjPOHt8OzGNiUFZvLclHo3q2hVadyD3q7CpWHuNAlJJKBcjVekNtuYZtWMwATOvR0TnIO3cfkCVXxtnYqoV6QpEEEvv01CjKzxdhIHyg9HFLJCkH6viy9Gp36w/s304/Infacion%20alemania.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="304" data-original-width="270" height="304" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5i_4u1ybZB_w0kg9YrT7NGxPQrt8Q0GCxbrLmz8gOLtkVJeaHJfle6M1jQgzjPOHt8OzGNiUFZvLclHo3q2hVadyD3q7CpWHuNAlJJKBcjVekNtuYZtWMwATOvR0TnIO3cfkCVXxtnYqoV6QpEEEvv01CjKzxdhIHyg9HFLJCkH6viy9Gp36w/s1600/Infacion%20alemania.jpg" width="270" /></a></div><br /><i>La inflación alemana, Josep Pla, p. 94</i><div><br /></div><div>La vida caótica<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Berlín, agosto.-El catastrófico
descenso del marco empieza de verdad a dar a la vida de este lugar un aspecto
caótico y fantástico. No hay ningún precio seguro. Sales por la mañana de tu
casa con el dinero que aproximadamente crees que te será necesario para vivir
un día y te das cuenta, por la noche, de que el millón o millón y medio que te
habías reservado para pagar la cuenta del restaurante no te sirve para nada. El
millón se ha evaporado. Uno cree que llevaba en el bolsillo cuatro duros y la
cotización de la bolsa te dice que solo tienes diez pesetas. Si te da pereza ir
a casa a buscar más dinero, tienes que conformarte con reducir la cena. Esto,
naturalmente, no es nada agradable. Sin embargo, lo único que puede consolar a
los que tienen dólares o pesetas es que mañana irán a la banca y les darán, por
el mismo pequeño billete de veinticinco ----dólares o pesetas-, el doble de
papelamen en marcos. Ustedes serán el doble de ricos, su fortuna habrá crecido
como la levadura, pero también serán el doble de pobres.<o:p></o:p></p><br /></div>Pedro Inciohttp://www.blogger.com/profile/10971324152762195800noreply@blogger.com0