Tiempo de vendimia
Tengo un cuaderno nuevo y no sé
en qué gastarlo. Es invierno, ya ha oscurecido, hace mucho frío y afuera
resuena el temporal. Y o me he arrimado a este cuaderno como el mendigo al
calorcillo de la lumbre. Por el momento no sé qué escribir, es cierto, pero eso
importa poco. Cuando uno no sabe qué escribir, cuando la imaginación flaquea,
cuando el alma se apaga y se embrutecen los sentidos, y cuando aun así uno
siente la necesidad de escribir, siempre queda la posibilidad de abandonarse a
los recuerdos. En nuestro pasado está todo cuanto necesitarnos para encender el
fuego de la inspiración. Hasta la fantasía tiene su casa en la memoria. No
escribas lo que sientes, escribe lo que recuerdas y dirás la verdad, como decía
no recuerdo quién. Así que no hay más que salir a pasear por el bosque del
tiempo ya vivido
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