Kafka no quiere morir, Laurent Seksik, p. 270
-Mi primera pregunta, camarada Dora LaskDiamant, es sobre tu
primer compañero -expuso Yuri a modo de introducción-. Me gustaría saber por
qué, según tú, Franz Kafka no está traducido al ruso. ¿Por qué Kafka no está
traducido al ruso y en cambio lo está en numerosos países? ¿Crees que nuestra
lengua quizá no esté a la altura de sus textos, que no pueda captar la sutileza
de su pensamiento? ¿Es posible que a toda la Nomenklatura entera se le haya
pasado por alto la obra de tu marido? Algunos artículos que están en mi poder hablan
de profeta visionario, otros de novelista de la Salvación, otros de novelista
de la Gracia, de novelista de la Angustia, de novelista del Absurdo.¡Algunos
incluso se atreven a compararlo con Dostoievski! ¡Dime la verdad! ¿En qué lado
están sus personajes, en el del Bien o en el de la contrarrevolución? ¿Cómo
tratan sus novelas a la clase trabajadora? ¿Calumnia Kafka la Revolución de Octubre
o la celebra como debe ser? ¿Evoca al campesinado koljosiano? ¿Es tu Kafka un
reaccionario sin patria, un escritor ajeno al proletariado, un kerenskista, un
menchevique? ¿Ha ensalzado la grandeza del pueblo soviético y la mansedumbre de
su líder? ¿Es el nihilista que asegura ser? ¿Su obra exalta la figura de
Stalin, esperanza de todos los pueblos y luminaria de nuestras vidas? ¿O, por el
contrario, se pone del lado de esos perros rabiosos trotskistas, del lado de
los kulaks y los blancos? ¿Cuál es el sentido oculto de su obra? Nada tiene que
quedar en la oscuridad, ya lo sabes. Dime si Kafka mantiene algún nexo con la
literatura realista socialista.
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