Hombre lento,Coetzee, p. 15
El seguro no es un problema. Está
asegurado hasta las cejas, lleva un carné en la cartera que lo demuestra (“pero
¿dónde está su cartera, dónde está su ropa?”). Los familiares son un asunto más
complicado. ¿Quién es su familia? ¿Cuál es la respuesta correcta? Tiene una hermana.
Murió hace doce años, pero sigue viviendo en él, o con él, del mismo modo que
tiene una madre que, cuando no se encuentra en él o con él, aguarda el toque de
rebato de los ángeles en su parcela del cementerio de Ballarat. Y un padre, que
aguarda también un poco más lejos, en el cementerio de Pau, desde donde viene
de visita en contadas ocasiones. ¿Son ellos sus familiares, esos tres? “Aquellos
en cuyas vidas naces nunca mueren -le gustaría informar a quienquiera que haya
escrito la pregunta-. Los llevas contigo, igual que confías en que te lleven
los que vienen detrás de ti.” Pero el formulario no deja espacio para
respuestas largas.
Lo que puede afirmar de forma más
categórica es que no tiene esposa ni descendencia. Es cierto que estuvo casado
una vez. Pero su socia en aquella empresa ya no forma parte de él. Huyó de él,
huyó por completo. Todavía no entiende cómo hizo ella aquel truco, pero lo
hizo: escapó a una vida sin él. A todos los fines prácticos, por tanto, y en lo
que concierne al formulario, no está casado: soltero, solo, solitario.
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