David Foster Wallace, DT Max, p. 173
El libro narra los pensamientos de
Kate, una mujer que o bien es la última persona sobre la faz de la tierra o
bien está falsamente convencida de que lo es. La novela escenifica el postulado
wittgensteiniano de que el mundo no es nada más que hechos observados, una
proposición que desemboca, corno Wallace escribiría después en su ensayo sobre
el libro, «La plenitud vacía», en la creencia de que «la cabeza de uno es, en cierto
sentido, el mundo entero». Los pensamientos carentes de efecto alguno de Kate,
por tanto, podrían muy bien ser un registro de la mente de Wallace en su
momento más deprimido:
En el cuadro
de la casa no se ve a nadie en la ventana, por cierto.
Ahora he
llegado a la conclusión de lo que creía que era una persona es una sombra.
Si no es una
persona, será quizá una cortina.
De hecho,
podría no ser más que un intento de sugerir la profundidad del interior de la
habitación.
Aunque en
cierto sentido, todo lo que hay realmente en la ventana es pigmento de color
siena tostado. Y un poco de amarillo ocre.
En realidad
tampoco hay ninguna ventana, en el mismo cierto sentido, sino solo forma.
Así que
cualquier cantidad de especulaciones que yo pueda haber hecho acerca de esa
persona en la ventana parecerían ahora completamente carentes de sentido,
obviamente.
A no ser, por
supuesto, que subsiguientemente yo vuelva a convencerme de que hay alguien en
la ventana de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario