Cartas escogidas, Marcel Proust, p. 151
55. A NATHÉ WEIL
Jueves por la noche [17 de mayo
de I888]
Mi querido abuelito:
Acabo de reclamar de tu gentileza
la suma de trece francos que quería pedirle al señor Nathan, pero mamá prefiere
que te los pida a ti. La razón es la siguiente: necesitaba tanto ver a una
mujer para acabar con mis malos hábitos masturbatorios que papá me dio diez
francos para que fuera a un burdel. Pero 1.º: en mi estado emocional rompí un orinal,
tres francos; 2º : en este mismo estado emocional no he podido joder. Aquí me
tienes, pues, como antes, esperando a cada hora otros diez francos para
aliviarme, además de los tres francos por el orinal. Pero como no me atrevo a volver
a pedir tan pronto dinero a papá, confiaba en que tú tendrías a bien socorrerme
en esta circunstancia que, como sabes, no es sólo excepcional sino también
única: no sucede dos veces en la vida estar demasiado turbado para poder joder.
Te abrazo mil veces y no me
atrevo a darte las gracias por adelantado.
Pasaré mañana a las once por tu
casa. Si mi situación te ha conmovido y te rindes a mis ruegos espero
encontrarte a ti o a un intermediario encargado de entregarme esa cantidad. En
todo caso, gracias, pues tu decisión se deberá sin duda a tu cariño por mí.
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