De Un mundo deslumbrante de Siri Hustvedt, p.47
Echan escribía relatos y dirigía
su propia revista, que era muy pequeña, The Neo-Situationism- Bugle, con
Leonard Rudnitz.ky, su viejo amigo de Oberlin College. Mi hijo hablaba
muchísimo de la mercantilización y su espectáculo, de la alienación y del
visionario Guy Debord, quien le servía de héroe romámico.1 Ethan no parecía entender la
hipérbole del hombre, sólo que su pensamiento se había hecho realidad en Internet:
Todo lo vivido directamente se transforma m imagen. ¿Y qué pasa con un dolor de
estómago?
Mi hijo, el revolucionario, era
muy reservado en cuanto a su vida privada (chicas) y me daba la impresión de
que estaba un poco enfadado conmigo por haber emprendido una nueva vida a mi
edad. Sospecho que le parecía levemente indecente y una especie de traición a
la memoria de su padre, aunque no pudiera decirlo. Me temo que se encontraba
alienado de sí mismo. El niño que solía esconderse en el armario con sus
rígidos soldaditos para inventar sus batallitas y treguas había crecido. No
podía recordar cuando era bebé y su madre recorría la habitación acunándolo en brazos durante horas mientras le
canturreaba bajito al oído porque le costaba mucho dormir. Pero también es
cierto que ninguno de nosotros recordamos nuestra primera infancia, esa edad
arcaica bajo el dominio de una madre gigante.
1. Guy Debord {1931-1994),
autoproclamado líder de la Internacional Situacionista (IS) fundada en 1957.
Este pequeño grupo de artistas e intelectuales parisinos (nunca llegó a tener
más de doce miembros) buscaba integrar el arte y la vida en un todo indivisible
y eliminar la distinción entre actor y espectador. Hacia la década de 1960 la
crítica anticapitalista del grupo, inspirada por el movimiento anarquista,
rebasó los límites artísticos abarcando la sociedad en general. En su obra más
célebre, La sociedad del espectáulo, publicada en I 967, Debord sostiene que
la vida está dominada por las imágenes, que éstas se han convertido en la “moneda”
de una sociedad que crea de continuo “pseudonecesidades” en la población. El
grupo se disolvió en 1972 debido a conflictos internos. En 1994 Debord se
suicidó. A pesar de que su obra, así como la de los situacionistas, nunca recibió
atención alguna por parte de la prensa francesa, Debord cobró gran notoriedad
tras su muerte.
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