Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

UN RECIEN NACIDO

John Banville, Eclipse, p. 52
Yo estuve presente en el parto. Sí, fui muy progre; me encantaba todo ese tipo de cosas; fue otra representación, desde luego, por dentro aquel sangriento espectáculo me horrorizaba. Cuando la criatura salió por fin, yo me hallaba en una especie de aturdimiento, y no sabía adónde mirar. Me pusieron a la criatura en brazos antes de haberla lavado. Qué ligera era, y, sin embargo, vaya peso. Un médico que llevaba unas botas de goma verdes y ensangrentadas habló conmigo, pero no entendí lo que me decía; las enfermeras eran enérgicas y altivas. Cuando me quitaron a Cass me pareció oír el chasquido de un cordón umbilical, del cual yo me había despojado poco a poco cortándolo .. La llevamos a casa en un cesto, como un objeto preciadísimo que hubiésemos comprado y nos muriésemos de ganas de desenvolver. Era invierno, y el aire tenía un matiz alpino. Recuerdo la pálida luz del sol en el aparcamiento  -Lydia parpadeaba como un preso al que· sacaran de las mazmorras- y la brisa fresca y aromática que bajaba de las altas colinas que había detrás del hospital, y que del bebé solo se veía una mancha de un vago color rosa por encima de una sábana de raso. Cuando llegamos a casa, no teníamos cuna para la niña, y tuvimos que colocarla en el cajón superior de la cómoda de nuestro dormitorio. Casi no podía dormir por- miedo a levantarme por la noche, y, olvidándome de que estaba allí, cerrar el cajón de un golpe. En el techo aparecían triángulos de luz acuosa formados por los faros de los coches que pasaban, que enseguida eran elegantemente doblados y desaparecían, como los abanicos de las señoras, en el cajón donde la niña dormía. Le pusimos un apodo, ¿cuál era? Erizo, creo; sí, ese era, a causa de los pequeños resoplidos que daba. Días hermosos, de apariencia inocente, tal como se dibujan en mi memoria, aunque siempre se formaban nubes en el horizonte.

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia