Aclarando las cosas
lBS: En su última novela, Sunset Park, uno de los
personajes, Morris Heller, anota en su diario: “Los escritores nunca deberían
hablar con los periodistas. La entrevista es una forma literaria degradada que
no sirve de nada salvo para simplificar lo que jamás debe simplificarse”. Si
está de acuerdo con las observaciones de Heller -y no hay razón para pensar que
no lo está-, ¿por qué aceptado entablar una conversación que, al menos en medida,
adoptará la forma de entrevista?
PA: Heller se refería a esas entrevistas breves y superficiales
a que se someten los escritores para
complacer a sus editores, en periódicos y revistas, en la radio, la televisión e
internet: los denominados medios de comunicación generalistas. Tales
conversaciones están inevitablemente relacionadas
con el comercio, la promoción de libros. Menos mal que usted no es periodista.
Es una lectora seria, catedrática de Literatura, y cuando me propuso que acometiéramos
juntos este proyecto, que usted describió como una “biografía de mi obra”, sentí
intrigado. Indeciso también, desde luego, pero intrigado.
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