Hola -esta es la parte peliaguda, como él dijo una vez. La despedida es el paraíso en comparación.
-Le gusta citar a Colbert: la
cuestión principal es Cómo Nos Conocimos, y él lo dice de una manera que es como
si oyeras esas mayúsculas-
-En realidad, lo que él dice es-
-Pero ese es justo el talento de
Lincoln; en cierto modo es como si brillara. Te da la mano, y al mero roce de las
puntas de los dedos sois amigos de toda la vida.
-Qué monstruo. O sea, ¿os
acordáis de aquella vez en Arun's cuando sacó a Angie Tessler del pozo de
lágrimas por haber cortado una relación?
-Sí, ¿o cuando, en la fiesta en
el KGB, cuando Carl Kitherson se puso a contarle cómo consiguió que su socio le
comprara su parte del concesionario Porsche, tres semanas antes de que
plantaran el aviso de desahucio en la puerta?
-O cuando-
-¡ O cuando el tío-!
-A mí me gusta rememorar la noche
que Lincoln se pasó por la fiesta que Hildy Waterson le organizó a Peter Hurler.
En el Wish You Would de Hyde Park, en la sala de abajo, claro. Estaba la flor y
nata, en todo su lustre y esplendor, barra libre más champán francés Bollinger
circulando en bandejas sobre guantes mullidos. Gente acurrucada en los sofás,
pero mayormente charlando de negocios, sentada en el suelo, en plan chic.
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