Te quiero más que a la salvación de mi alma

Te quiero más que a la salvación de mi alma
Catalina en Abismos de pasión de Luis Buñuel

ESPAÑA 1977


El negociado del ying y el yang, Eduardo Mendoza, p. 330
La situación política en España seguía estancada y muchos españoles, quizá por haberla esperado tanto tiempo, parecían haber apurado el ciclo de la democracia y con él, las ilusiones puestas en el cambio. Unos pocos comparaban el presente con la etapa anterior y lamentaban la desaparición de un régimen autoritario. La mayoría distaba de alimentar falsas nostalgias, pero reclamaba una mejora sustancial en sus vidas cotidianas que la realidad no les ofrecía. Proseguían los actos de terrorismo y los atentados mortales; la adaptación a las reglas de la economía de mercado se hacía sentir, como había augurado Baltasar Ortiguella en la desafortunada comida del chiringuito de Pals, y se sucedían las manifestaciones y las huelgas; con la aplicación de las garantías jurídicas, los delincuentes gozaban de una aparente impunidad, que la policía, harta de escuchar recriminaciones por su pasada brutalidad, fomentaba practicando una taimada inhibición. Y en aquella atmósfera de inseguridad y amenaza, las figuras políticas que habían hecho posible el cambio ahora eran vistas con recelo.
Corrían incesantes rumores procedentes de la capital, donde todo el mundo parecía estar en posesión de algún secreto de Estado. La monarquía, que al principio había sido recibida con desconfianza y más tarde con gratitud, ahora era objeto del repudio y de la cuchufleta de muchos. Muchos se quejaban de que nada había cambiado y de que seguían mandando los de siempre. Para un amplio sector de la opinión pública, se había producido un cambio positivo, pero en la política española no había medida sin trampa, persona sin doblez ni institución sin lacra. La mayoría de la población prefería dejar las cuestiones políticas en manos de los profesionales y un amplio sector de la juventud se sentía traicionado y se refugiaba en una acracia contestataria y volátil, cuyas actividades no pasaban del desplante y la jarana.

No hay comentarios:

WIKIPEDIA

Todo el saber universal a tu alcance en mi enciclopedia mundial: Pinciopedia