De Cartas escogidas de WFaulkner, p.294-295 (Alfaguara)
Nacido (cuándo y dónde). Vino a
Oxford de niño, fue a la escuela primaria de Oxford sin llegar a graduarse,
asistió durante un año corno alumno
especial a las clases de lenguas modernas de la Universidad de Mississippi. El
resto de su formación fue mediante lecturas inconexas y no dirigidas. Si
mencionas algo de la experiencia militar (lo cual no es preciso, pues podía haberme inventado algunos aviadores
fracasados de la RAF con la misma facilidad con que inventé confederados) pon
«perteneció a la RAF en 1918». Luego continúa: desde entonces ha vivido en la
misma parte de Miss., y ha trabajado en varios oficios extraños hasta conseguir
un empleo como guionista y poder ganarse la vida escribiendo.
Luego toma el párrafo 2 de la
sección 11 y continúa. Soy un tipo chapado a la antigua y tal vez un poco
extravagante; no me gusta que mi vida y
mis asuntos privados estén al alcance de cualquiera que tenga los medios para
pagar el precio del libro, o un amigo que lo compró y se lo quiera prestar.
Estaré encantado de darte todos los informes cuando charlemos juntos. Hay
algunas cosas bastante divertidas. Lo único que no me gusta es que se impriman,
a menos que yo mismo las utilice, como el viejo John Sartoris y el viejo Bayard
y Mrs. Millard y Simon Strother y los demás negros y los aviadores muertos.
No veo demasiado en ella la
leyenda sureña. Yo iría más lejos en la crítica cruel.
El estilo, comno tú bien dices,
es resultado de la soledad, y doy por sentado que es malo. Se complicó además,
por una maldición regional o geográfica heredada (Hawthorne diría racial). Podría
decirse un estilo rudo y primitivo ...” por la Retórica del Sur debida a la
Soledad o la Oratoria de la Soledad”
Ref. literatura (también
canciones) del Sur en 1861-1865. Probablemente se produjo pero no se registró.
El Sur estaba demasiado ocupado, pero la razón principal tal vez fuera una
falta de tradición para crear o registrar. Los señoritos difícilmente lo
harían. En cuanto a todo su bagaje para el ocio (esclavitud, riquezas
inmerecidas) curiosamente su existencia era totalmente física, violenta, a
pesar de su indolencia física. Cuando no hacían nada -cuando no cazaban o inspeccionaban
la labranza o cabalgaban quince y treinta kilómetros para ver a alguien-, en
realidad no hacían nada: dormían o charlaban. Hablaban demasiado, creo. La
primera de las artes era la Oratoria; los generales confederados habrían
impedido los ataques mientras arengaban a sus tropas. Aparte de eso, el “arte”
no era en verdad cosa de hombres. Existió una fina pintura de porcelanas chinas
realizada por damas. Cuando les invadían el terreno a través de las puertas de las
bibliotecas, había que leer los discursos de otra persona, o política, o bien a
los clásicos de vagas escuelas, e incluso estos eran hombres que, si hubieran
sido escritores, habrían escrito todavía más discursos ceremoniales. Los negros
inventaron las canciones y sus canciones no eran tópicas ni siquiera fechadas
en el sentido que nosotros lo entendemos. En consecuencia, no existía una clase
media letrada que produjera una literatura. En un país pastoral sin ciudades
vivían alejados y en guerra económica con esclavos y dueños de esclavos.
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