De La parte inventada de RFresán, p.80
"Lector". Es decir: más
tiempo, todo el tiempo, para poder seguir no escribiendo sino leyendo ...
Cuando yo era muy joven y todavía me preocupaba de cosas como de mi foto en la solapa
de mis libros, una vez posé con una camiseta negra donde, en letras blancas, se
leía "So many books ... so little time!'' .. . Me la compré en una
librería de New York que ya no existe. Tampoco existe esa camiseta en mi
clóset. Desapareció junto a esas otras dos camisetas: una con la leyenda
"Likes Like Like Likes" y otra
con la reproducción de la portada de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band,
donde un amigo diseñador de portadas de discos había in..c;ertado mi rostro
junto al de William S. Burroughs. Pero sigo pensando lo mismo, lo de la primera
camiseta. Es extremadamente injusto el
que, seguro, ni yo ni nadie disponga del tiempo, de todo-el-tiempo-del-mundo,
para leer todo aqudlo que necesita leer primero para escribir después. Para escribir
lo mejor que alguien pueda llegar a escribir ... Faulkner, sin ir más lejos.
Aquí lo tengo, todos los tomos de la Library of America esperando. Lo leí poco
y mal en mi adolescencia, en traducciones deficientes Oo que, también, podría
llevarme a todo el tiempo que me falta para releer, para hacer aquello que es
como la versión glorificada de la lectura), y ahí está, esperándome aún. ¿Debo?
¿No debo? ¿Ahora? ¿En verano o en invierno? ¿Es mejor que el clima y
temperatura del paisaje externo se corresponda con el del Sur de Faulkner? ¿O
al contrario? ¿El año que viene? ¿Está listo mi ADN de escritor para recibir
semejante estallido y. tal vez, verse alterado para siempre? ¿Quién lo sabe?
Ahí está y ahí sigue Faulkner, aullando, como uno de esos lobos peligrosos ·atados
de una pata a una cadena cuya longitud no conocemos exactamente. Así que ¿hasta dónde
será seguro acercarte a él sin que te salte encima y te coma la cara? ¿O se
coma la pata sin avisarte y se quede ahí, esperándote? Un lobo solitario. No
olvidar nunca aquello que dijo Faulkner, respondiendo a una propuesta de
Hemingway, en cuanto a que los escritores deberían juntarse y hacerse fuertes,
como los doctores y los abogados y los
lobos. Faulkner, por lo contrario, desconfiaba de los escritores que se unían
en camarillas y generaciones y que estaban condenados a desaparecer porque,
decía, son como lobos que sólo son lobos en pandilla, pero que a solas no son
perros…
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