“Recuerdo que hablábamos de que la buena suerte de los amigos nos producía un extraño descontento. Wilde nos contó la historia del diablo en el desierto de Libia ¿la conoce?¿No? Bueno, pues el diablo andaba ocupándose de sus asuntos y hacía la ronda de su imperio cuando se topó con un grupo de diablillos que andaban atormentando a un santo ermitaño. Utilizaban tentaciones y provocaciones rutinarias que el santo varón resistía sin mucho esfuerzo. “No se hace así”,les dijo su maestro. “Yo os enseñaré. Mirad atentamente” Dicho lo cual, el demonio se acercó pro detrás al eremita y con un tono melosos le susurró al oído: “A tu hermano acaban de nombrarle obispo de Alejandría”. Y de inmediato unos celos feroces ensombrecieron la cara del ermitaño. “Esta es la mejor manera”, dijo el diablo.
Julian Barnes / Arthur & George, p.394
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