Los espejismos dela certeza, Siri Hustvedt. p. 130
Estamos ahogándonos en
información.
La idea de Wiener es a la vez
simple y preocupante. La información pasa a ser totalmente independiente de su sustancia.
Es el patrón, y no el significado, lo que cuenta. La palabra información puede
que sea la más dúctil de la cultura contemporánea. En 1984, A. M. Schrader
publicó en un artículo las setecientas definiciones de ciencia de la información
que había encontrado entre 1900 y 1981, y describió el estado de la cuestión
como de «caos conceptual” Según el texto que uno esté leyendo, la palabra puede
significar el patrón de comunicación entre una fuente y un receptor, como para
Wiener y Shannon. Pero también puede referirse al contenido de un supuesto “estado
cognitivo”, el significado de una oración desde el punto de vista de la
lingüística, o un concepto de la física que parece haberse integrado de alguna
manera al léxico. En esta última definición, no se precisa del ojo, el oído o
el cuerpo para absorber la información y entenderla. Está presente antes de que
aparezca cualquier pensador. La misma disposición en sí de los átomos y las
moléculas es información. En La información y la estructura interna del universo,
Tom Stonier escribe: “La información existe. No necesita ser percibida para
existir. [ ... ] No requiere una inteligencia que la interprete. No necesita
tener un significado para existir. Existe sin más”. Confieso que creo que parte
del problema radica en lo que se entiende por la palabra información, que sin ciertos
giros en la historia de la ciencia y la tecnología, tal vez no se le habría
ocurrido a nadie hablar de información como una propiedad intrínseca del mundo
material, y que esta concepción de la “información” tiene una historia
retórica. En esta afirmación no hay una
percepción del uso del lenguaje. Si uno define la “información” como patrones
de la realidad que tienen el potencial de ser leídos e interpretados, entonces
el mundo está realmente repleto de información de todo tipo, natural y no
natural.
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