Mientras no cambien los dioses, nada ha cambiado, Sánchez Ferlosio, p. 83
Pirro, el rey del Epiro, tenía –según
cuenta Plutarco en la vida que le dedica- un amigo tesaliano llamado Cíneas, a
quien tenía, por su talento, en la mayor estima, «Cíneas, pues –sigue literalmente
Plutarco-, como viese a Pirro acalorado con la idea de marchar a Italia, en
ocasión de hallarle desocupado le movió esta conversación: 'Dícese, oh Pirro,
que los romanos son guerreros e imperan a muchas naciones belicosas; por tanto,
si Dios nos concediese sujetarlos, ¿qué fruto sacaríamos de esta victoria?' Y
que Pirro le respondió: 'Preguntas, oh Cíneas, una cosa bien manifiesta, porque,
vencidos los romanos, ya no nos quedaba allí ciudad ninguna, ni bárbara, ni
griega, que pueda oponérsenos, sino que inmediatamente seremos dueños de toda
Italia, cuya extensión, fuerza y poder menos pueden ocultársete a ti que a
ningún otro'. Detúvose un poco Cíneas y luego continuó: 'Bien, y tomada Italia,
oh Rey, ¿qué haremos?' Y Pirro, que todavia no echaba de ver adónde iba a parar:
'Allí cerca -le dijo- nos alarga las manos Sicilia, isla rica, muy poblada y
fácil de tomar, porque todo en ella es sedición, anarquía de las ciudades e
imprudencia de los demagogos desde que faltó Agatocles'. 'Tiene bastante
probabilidad lo que propones -contestó Cíneas-, ¿pero será ya el término de
nuestra expedición tomar a Sicilia ?' 'Dios nos dé vencer y triunfar -dijo
Pirro-, que tendremos mucho adelantado para mayores empresas; porque ¿quién
podría no pensar después en Africa y en Cartago, que no ofrecería dificultad, pues
que Agatocles, siendo un fugitivo de Siracusa y habiéndose dirigido a ella
ocultamente con muy pocas naves, estuvo casi en nada el que la tomase? Y dueños
de todo lo referido, ¿podrá haber alguna duda de que nadie nos opondrá
resistencia de los enemigos, que ahora nos insultan?' 'Ninguna -replicó
Cíneas-; sino que es muy claro que con facilidad se recobrará la Macedonia y se
dará la ley a Grecia con semejantes fuerzas; pero después de que todos nos esté
sujeto, ¿qué haremos?' Entonces Pirro, echándose a reir, 'descansaremos
largamente -le dijo- y pasando la vida en continuos festines y en mutuos
coloquios, nos holgaremos'. Después que Cíneas trajo a Pirro a este punto de la
conversación: 'Pues ¿quién nos estorba -le dijo- si queremos, el que desde
ahora gocemos de esos festines y coloquios, supuesto que tenemos sin afán esas mismas
cosas a que ha]:,remos de llegar entre sangre y entre muchos y grandes trabajos
y peligros, haciendo o padeciendo innumerables males?'»
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