CyP de EL País del 12 de octubre de 2009
Feijóo, convertido en barón del PP nacional desde que recuperó la Xunta con una victoria que salvó el tipo a Mariano Rajoy, trata de evitar cada mañana que la corrupción lo salpique. Y no sólo la de Galicia. Cuando los titulares del escándalo en Valencia se hicieron insostenibles, el presidente gallego pidió "que cada palo aguante su vela".
El presidente repite a menudo que su cabeza está en la Xunta y en cómo salir de la crisis, pero algunos de sus colaboradores empiezan a mirar sin disimulo a Madrid. No piensan en el corto plazo, porque, según un dirigente de su confianza, "Alberto siempre será leal a Mariano, en quien ve a un amigo que lo está pasando mal". Otra cosa es que Rajoy no esté. El día que eso suceda, Feijóo aspira a presentarse como el político impoluto que no se dejó manchar por Gürtel.
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