El peligro de estar cuerda, Rosa Montero, p. 88El capítulo siguiente a esta
afirmación se titula «Por qué soy tan sabio». El capítulo siguiente a esta
afirmación se titula «Por qué soy tan sabio». Nietzsche pasó los últimos once años de su vida
prisionero del delirio y murió con tan solo cincuenta y cinco.
Es posible, por cierto, que la
demencia de Nietzsche fuera causada por la sífilis. He quedado espantada al
comprobar cuántos locos célebres pudieron perder la cabeza y la vida justamente
por esta terrible enfermedad, adquirida por ellos o congénita. Y así, se habla
de que fue el origen de la atroz insania de Guy de Maupassant, y desde luego causó
el desequilibrio mental y la muerte de Theo, el hermano de Vincent van Gogh, y
al parecer también enloqueció a Théodore Géricault, el pintor de la maravillosa
La balsa de la Medusa, y dejó hemipléjico y afásico a Baudelaire, y al
compositor Gaetano Donizetti le deshizo la cabeza de tal modo que se pasó
varios años aislado y encerrado antes de fallecer a los cincuenta. En cuanto a
Robert Schumann, se supone que sufría un trastorno quizá bipolar o quizá del espectro
de la esquizofrenia. A los veintidós años diseñó un dispositivo mediante el
cual se ataba los dedos de la mano derecha y dejaba tan solo libre el anular
para intentar así ejercitarlo más; el invento le provocó una invalidez
permanente de esa mano y acabó con su carrera de pianista (puede que esa idea
desquiciada nos hiciera ganar un gran compositor), así que parece que sus
chifladuras venían desde temprano; pero, en cualquier caso, cuando murió a los
cuarenta y seis años en el asilo de enfermos mentales de Bonn también tenía
sífilis.pasó los últimos once años de su vida
prisionero del delirio y murió con tan solo cincuenta y cinco.
Es posible, por cierto, que la
demencia de El capítulo siguiente a esta
afirmación se titula «Por qué soy tan sabio». Nietzsche pasó los últimos once años de su vida
prisionero del delirio y murió con tan solo cincuenta y cinco.
Es posible, por cierto, que la
demencia de Nietzsche fuera causada por la sífilis. He quedado espantada al
comprobar cuántos locos célebres pudieron perder la cabeza y la vida justamente
por esta terrible enfermedad, adquirida por ellos o congénita. Y así, se habla
de que fue el origen de la atroz insania de Guy de Maupassant, y desde luego causó
el desequilibrio mental y la muerte de Theo, el hermano de Vincent van Gogh, y
al parecer también enloqueció a Théodore Géricault, el pintor de la maravillosa
La balsa de la Medusa, y dejó hemipléjico y afásico a Baudelaire, y al
compositor Gaetano Donizetti le deshizo la cabeza de tal modo que se pasó
varios años aislado y encerrado antes de fallecer a los cincuenta. En cuanto a
Robert Schumann, se supone que sufría un trastorno quizá bipolar o quizá del espectro
de la esquizofrenia. A los veintidós años diseñó un dispositivo mediante el
cual se ataba los dedos de la mano derecha y dejaba tan solo libre el anular
para intentar así ejercitarlo más; el invento le provocó una invalidez
permanente de esa mano y acabó con su carrera de pianista (puede que esa idea
desquiciada nos hiciera ganar un gran compositor), así que parece que sus
chifladuras venían desde temprano; pero, en cualquier caso, cuando murió a los
cuarenta y seis años en el asilo de enfermos mentales de Bonn también tenía
sífilis.fuera causada por la sífilis. He quedado espantada al
comprobar cuántos locos célebres pudieron perder la cabeza y la vida justamente
por esta terrible enfermedad, adquirida por ellos o congénita. Y así, se habla
de que fue el origen de la atroz insania de Guy de Maupassant, y desde luego causó
el desequilibrio mental y la muerte de Theo, el hermano de Vincent van Gogh, y
al parecer también enloqueció a Théodore Géricault, el pintor de la maravillosa
La balsa de la Medusa, y dejó hemipléjico y afásico a Baudelaire, y al
compositor Gaetano Donizetti le deshizo la cabeza de tal modo que se pasó
varios años aislado y encerrado antes de fallecer a los cincuenta. En cuanto a
Robert Schumann, se supone que sufría un trastorno quizá bipolar o quizá del espectro
de la esquizofrenia. A los veintidós años diseñó un dispositivo mediante el
cual se ataba los dedos de la mano derecha y dejaba tan solo libre el anular
para intentar así ejercitarlo más; el invento le provocó una invalidez
permanente de esa mano y acabó con su carrera de pianista (puede que esa idea
desquiciada nos hiciera ganar un gran compositor), así que parece que sus
chifladuras venían desde temprano; pero, en cualquier caso, cuando murió a los
cuarenta y seis años en el asilo de enfermos mentales de Bonn también tenía
sífilis.