La figura de Ludwig Wittgenstein ejerce una fascinación muy especial que no queda totalmente explicada por la enorme influencia que ha ejercido en el desarrollo de la filosofía de este siglo. Incluso aquellos no muy interesados en la filosofía analítica le profesan admiración. Se han escrito poemas acerca de él, se han pintado cuadros inspirados por él, se ha puesto música a su obra, y se le ha convertido en personaje central de una novela de éxito que es poco más que una biografía novelada (The World as I Found It, de Bruce Duffy). Además, existen al menos cinco programas de televisión dedicados a él, y se han escrito incontables evocaciones de su persona, con frecuencia por gente que le conoció muy poco. (F. R. Leavis, por ejemplo, que quizá habló con él en cinco o seis ocasiones, ha hecho de sus «Recuerdos de Wittgenstein» el tema de un artículo de dieciséis páginas.) Se han publicado remembranzas de Wittgenstein escritas por la mujer que le enseñó ruso, por el hombre que le llevaba la turba a su casa de campo de Irlanda, y por el hombre que, aunque no le conocía muy bien, dio la casualidad que tomó las últimas fotografías que se conservan de él.
Todo esto, en cierto modo, sigue
un rumbo distinto de la ininterrumpida industria que produce comentarios acerca
de la filosofía de Wittgenstein. Sin embargo, esta industria también progresa
con rapidez. Una bibliografía reciente de fuentes Secundarias enumera no menos
de 5.868 artículos y libros acerca de su obra. De ellos, muy pocos resultarían
de interés (o ni siquiera inteligibles) a cualquiera que no pertenezca al mundo
académico, y del mismo modo escasos serían los autores de esos libros o artículos
que sentirían curiosidad por los aspectos de la vida y la personalidad de
Wittgenstein que han inspirado las obras mencionadas en el párrafo anterior.
Parece, por tanto, que el interés
por Wittgenstein, por grande que sea, sufre de una inoportuna polaridad entre
aquellos que estudian su obra aislada de su vida y los que encuentran su vida
fascinante y su obra ininteligible.
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