Madres, padres y demás, Siri Hustvedt, p. 348
Entender algo de las
complejidades del embarazo es útil porque ayuda a poner en evidencia las
intenciones que se esconden no solo en los titulares sino en algunas agendas
científicas. No nos dice qué impulsa la acuciante necesidad de aniquilar a la
mujer. Tampoco nos dice qué quiere un hombre. ¿Este afán de control se debe a
la «envidia del útero» de la que habló la psicoanalista Karen Horney? En «The
Flight from Womanhood» [La huida de la feminidad] sostiene: «Cuando, como en mi
caso, se empieza a analizar a los hombres tras un periodo bastante largo de
analizar a las mujeres, se obtiene una impresión muy sorprendente de la
intensidad de esta envidia del embarazo, el parto y la maternidad».
Al comentar el trabajo que
realizó con personas de Nueva Guinea, lejos de la historia de Occidente que yo
he estado explorando, la antropóloga Margaret Mead señaló: «Son los hombres los
que pasan su vida ceremonial fingiendo que fueron ellos los que dieron a luz a
los hijos, que pueden "hacer hombres"».
En Symbolic Wounds, Bruno
Bettelheim apuntó: «No hace falta demostrar que los hombres se sienten
sobrecogidos de temor ante los poderes procreadores de la mujer y desean
participar en ellos».
En Vida y obra de Sigmund Freud,
Ernest Jones cuenta que Freud preguntó en una ocasión a Marie Bonaparte: «¿Qué
quiere una mujer?» (Was will das Weib?). También señaló que la paternidad está
plagada de dudas. ¿ Cómo sé que es mío?
Nancy Chodorow entendió el odio
de los hombres hacia las mujeres como una necesidad de reprimir lo que había de
femenino en ellos (El ejercicio de la maternidad, 1979/1998).
Jessica Benjamín sostuvo que,
para algunos niños varones, la apremiante necesidad de separarse de sus madres se
convierte en un desdén por todo el sexo (Los lazos del amor, 1985).
David Gilmore identifica la
ambivalencia en el centro de la misoginia, los deseos inconscientes de un
hombre de volver a los auxilios de la «madre omnipotente» acompañados de una
resistencia a esos mismos deseos y de un impulso de autonomía (Misogyny, 2001).
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