Conversaciones íntimas con Truman Capote, p. 157
Clift siempre me recordaba mucho
a Marílyn Monroe. Marilyn solfa decir: “A la única persona que le va peor en la
vida que a mí es a Monty Clift.» Es curioso, porque más o menos tenían el mismo
problema.
Ha escrito dos cosas sobre
Marilyn; una se incluyó en Los perros ladran, la otra en Música para
camaleones. En la primera, usted empieza: «¿Monroe? Una palurda, nada más ...”
¿Lo era? Claro que no. Eso es lo que ella creía que yo pensaba. No, yo adoraba
a Marílyn. Me parecía maravillosa. Y su muerte me impresionó mucho. Yo estaba
en España, en un pueblecito, y lo vi en un periódico español. Apenas podía
creerlo. Aunque, no sé, había tratado de suicidarse al menos cuatro o cinco
veces, que yo supiera, durante los años en que la traté, y la conocí desde la
primera película que hizo, bueno, la primera en que tuvo diálogo, La jungla de
asfalto. La dirigió John Huston, y él me la presentó.
¿Ha escrito algo sobre sus anteriores
intentos de suicidio?
No. Escribí una semblanza de ella
en Música para camaleones, pero no entré en eso.
¿Es ese retrato?”«Una hermosa criatura», el que prefiere entre los que ha hecho?
No, en ese libro mi preferido es
el titulado “Un día de trabajo”, el de una mujer que va a limpiar casas.
¿Por qué cree que Norman Mailer
se siente tan fascinado por Monroe?
Porque no la conocía.
¿Es verdad que Marilyn dijo: «Me
gusta bailar desnuda delante del espejo y ver cómo saltan mis tetitas»?
Sí.
¿Sabía Marilyn que algún día
escribiría usted sobre ella?
Yo tampoco lo sabía. Todo eso
viene de mi diario. Todo el retrato salió de mi diario.
Lo terminaba con una pregunta: “¿Por
qué la vida tiene que ser tan jodidamente podrida?» ¿Es eso lo que usted piensa
de la vida en general?
Me refería a su vida ... , y
también a algunos aspectos de la mía, sí. En general, no pienso así. Era una
pregunta que le hacía a Marilyn, que al final del retrato aparece como una
especie de espíritu. Como sí hablara con un espíritu.
Marilyn le contó que Errol Flynn
tocaba el piano con el pene. ¿Es una anécdota corriente de Flynn?
No sé si lo es o no.
¿Le sorprendió o le chocó que a
ella le gustara hablar de esa clase de cosas?
Le he dicho que la conocí durante
mucho, mucho tiempo. Nada de Marilyn podía sorprenderme.
Usted ha escrito acerca de sus
propias relaciones con Errol Flynn a los diecinueve años ...
Bueno, apenas pueden llamarse
relaciones, Puede decirse que pasamos una velada juntos.
1 comentario:
todo esto es INQUIETANTE... por decir lo menos.
Un saludo desde Brasil
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